San Marcos de Arica es una ciudad que tiene sus encantos como cualquier otra ciudad chilena. Pero a propósito de encantamientos y enamoramientos, ¿recuerdas mi publicación sobre una entrevista al distinguido señor Eduardo Hoyos Ríos, visitante que se quedó a vivir para siempre en Arica porque se enamoró de ella?

Arica es conocida como "la ciudad de la eterna primavera" porque su clima es el más benévolo de Chile. Las playas del mar ariqueño son los más cálidas del país: El Laucho, La Lisera y Chinchorro. La región cuenta con dos enormes valles frutícolas: Lluta y Azapa.

Todos los veranos se celebra en la ciudad el carnaval "Con la fuerza del sol", evento que convoca a mucha gente del norte de Chile, sur del Perú y gran parte de Bolivia. Arica baila al ritmo del folclor boliviano: tobas, morenadas, caporales, tinkus.

Arica es también cultura ancestral indígena aimara. Sus pueblos de Putre, Socoroma, Visviri, Camarones, Ticnamar, Belén, Codpa, entre otros, le dan el colorido que su gente requiere para celebrar el Carnaval de José Domingo Carnavalón (fiesta de la carne), las Cruces de Mayo (fiesta religiosa católica), etcétera.

En Arica están las momias más antiguas del mundo, incluso las momias de Egipto están muy por debajo de Arica en lo que a antigüedad concierne. En la región está también el lago Chungará, considerado uno de los más altos del mundo.

Arica es también una ciudad heroica, toda vez que en el Morro de Arica se libró la batalla del "Asalto y toma del Morro de Arica", contienda que los historiadores la clasifican como parte de la Guerra del Pacífico de Chile en contra de Perú y Bolivia.