El día de hoy decidí hacer mi desayuno un poco diferente; y como todo quiero volverlo un post también decidí tomar fotos de cómo lo hice paso a paso. Debo destacar que no soy muy buena cocinera, así que estén preparados por si este lindo experimento en la cocina, no salió del todo como debía ser.

El plato de hoy, es uno que me encanta y que descubrí hace poco: Frijoles de lentejas fritos, que no tienen sabor a lenteja sino a carne. Por lo tanto los llamo hamburguesas de lentejas. Muchos de ustedes, quizás no las conocen y dirán que es imposible que los frijoles de lentejas sepan a carne; pues no se preocupen, eso mismo pensaba yo la primera vez que me dieron la receta; pero les juro que sí sabe a carne, o bueno al menos tiene un sabor parecido. Sin más nada que decirles comencemos con la preparación de este delicioso platillo.

• Frijoles de Lentejas.
• Harina de Maíz.
• Aceite.
• Sal y aliños, o cualquier condimento que utilices para darle sabor a comida.

1. Debes colocar las lentejas en agua durante toda una noche, para que estas se ablanden los suficiente para poderlas triturar.

---

2. Cuando ya estén blandas, debes triturarlas, puedes hacerlo con un pica todo; pero si no lo posees como yo, hazlo en una licuadora con un poquito de agua solamente. Es muy importante mencionar que si lo realizarás en tú licuadora, procura ir colocando sólo cantidades pequeñas, porque puedes estropearla ( me pasó).

---

3. Una vez trituradas, te va quedar una especie de mezcla, esta no debe estar ni tan blanda, ni tan dura; sino lo suficientemente sólida para poder moldearla y hacer una especie de hamburguesa. A esta mezcla añádele un poco de harina de maíz para volverla más concisa si está muy blanda, y le añades sal, aliños, o cualquier condimento para darle sabor.

---

4. Haz pelotas con la mezcla y aplástalas; para luego colocarlas a freír en un sartén con abundante Aceite.

Y ESO ES TODO, ESTÁN LISTAS PARA COMER.

Pueden ver que en el plato no hay tantas como en la foto de cuando las estaba cociendo, esto es porque tenía tanta hambre que olvide por completo tomar fotos, y ya la mayoría me las había comido. Debo destacar, que esta vez no fracasé como cocinera pues me quedaron bastante sabrosas.