Como ya muchos saben soy trompetista en mariachis, este fin de semana decidimos no hacer shows, seguro se preguntan ¿Por qué? Hoy tenemos planificada una cena navideña para el mariachi, por esa razón no queríamos aceptar shows, para poder hacer los preparativos sin estrés. La cena navideña es costeada un 90% por el director del mariachi (Mi hermano) no solo quiso que disfrutáramos los músicos, sino que además cada músico tiene la posibilidad de llevar 2 acompañantes, los menores de edad llevaran a sus padres y los que ya son adultos a su pareja e hijos.

¿Qué tiene que ver esto con mi niña?

Resulta que debido a la gran cantidad de invitados, el presupuesto se elevo bastante y más que aquí en Venezuela las cosas aumentan por minutos. Entonces decidimos hacer algunos shows ayer para colaborar un poco con los gastos, por supuesto todos estábamos de acuerdo, pero ya tenía planes con mi niña. Me toco una dura decisión, cuando me comprometo con algo o alguien no me gusta quedar mal, mucho menos si se trata de mi familia.

Me las ingenie para explicarle a mi niña que tenía que salir con el mariachi, pero ella es muy astuta y me dijo: ¡me dijiste que compartiríamos juntos, así que me voy contigo! No me quedo de otra más que sonreír y decirle que le pidiera ayuda a su mamá para arreglarse, no es la primera vez que ella me acompaña, solo que no me gusta que se trasnoche, está muy pequeña apenas tiene 6 años y casi siempre llegamos a horas de la madrugada.

Anoche camino al último show ya se sentía agotada, sin embargo luchaba contra el sueño, en ese momento me sentí como un mal padre, una niña de su edad a las 9pm más tardar debería estar durmiendo. Cuando terminamos el show al entrar a la camioneta parece que la hubiesen desconectado, cayó rendida, en ese momento miles de cosas pasaban por mi mente, llegue a pensar que no era el tipo de vida que yo quiero para ella.

La hora de llegada a nuestra casa fue a las 2am, al entrar resulta que en la casa de atrás empezaba a tocar un mariachi, ella sin abrir sus ojos me regala una sonrisa y dice Gracias papi, pensé que estaba soñando, así que la lleve a la cama y le pedí a su mamá que le pusiera su pijama, salgo de nuevo para oír al mariachi, cuando escucho dos canciones vuelvo a entrar. Sorpresa la mía cuando la veo despierta hablando con su mamá, contándole lo bien que la había pasado y lo mucho que la piropearon.

En ese momento entendí que es inevitable, a ella le apasiona la música, además ve el ejemplo de muchos familiares, así que se terminara enamorando de lo que hacemos, entonces me recosté y pensé en mi sobrina, ella tiene 11 años y es una de nuestras cantantes principales, también tenemos una violinista de 13 años se llama Valeria, tiene un talento único, he escuchado muchos violinista con mucha trayectoria, pero ella con solo 13 años se para al lado de cualquiera. Me desvié un poco del tema, el punto es que ellas siguen siendo niñas, y aunque se cansan un poco disfrutan y son felices haciendo lo que les gusta.

Entonces pensé que si eso es lo que le apasiona y le hace feliz, solo me queda apoyarla y acompañarla, claro a su debido tiempo aun está muy pequeña, además yo empecé desde muy chico y tuve apoyo de mi familia en todo momento, afortunadamente casi todos somos músicos, así que se puede decir que disfrutaremos en familia.