Sueños de almohada

Emergiste, de la nada
y desde allí aprendí a quererte.
Nos fuimos encerrando
en una telaraña de emociones.
¿Acaso es una bella casualidad?

La pasión llegó y con ella, la ambición,
el sueño de tenerte a mi lado.
Y llenar mi cama vacía,
lecho que invades noche a noche.

Y haces que ocurran tan asombrosas experiencias en mí.
Al cerrar mis ojos, abrazo la almohada,
siento que vienes hacia mí,
te tomo en mis brazos,
rozo cada trozo de tu cuerpo.

Mis labios como ondas arrasan las arenas de tu piel,
atravesando profundidades y colinas.
Tus manos resbalan sobre mí,
donde nuestros fluidos salen.

Me siento llena de amor y de emoción,
irrumpes en estas aguas,
inmerso total y sutilmente,
como la melodía más bella que entra a mis oídos.

Con delicias, una y otra vez,
pero más me deleito poseyéndote,
me poso, me elevo, me vuelvo a posar
y así viajan los minutos.

Como brisa fuerte,
que haces al estremecer
lo más oscuro de mi ser,
siento como mi cuerpo, quedo exánime
entrando al abismo del éxtasis.

Vibra mi cuerpo y mi razón no resiste las descargas,
me dejo llevar en este éxodo profundo,
cual navío en alta mar por una tempestad,
sin resistencia, solo el placer empuja las velas en este viaje.
Los dos perdidos en el océano de los sueños.

Poesía de mi autoría

Imágenes libre de derecho de autor (Pixabay)

Separador y laterales mujer en la oscuridad parejas medio cuepo Mujer con antifaz