Relato: De como gane fama de la infamia.

Voy a escribir una historia muy personal de algo que me sucedió en mi juventud y por los cual obtuve un sobrenombre con el cual todos me llamaban por donde vivía. Fue algo de lo que ahora no estoy para nada orgulloso y me persigue cual pesadilla, pero gracias a eso he madurado un poco con respecto a la vida.

El sobre nombre que los vecinos y amigos me dieron fue "Matagato". El día que lo obtuve hacía mucho calor en Guanare y compartía reunido con mis vecinos, eran vacaciones escolares y no teníamos nada mejor que hacer ese día. Salimos de la casa para ir a la cancha de basketball para jugar unas partidas y enfrente de la calle había un gato blanco como la nieve.

Mis amigos me azuzaron para que lo atrapará y por sus palabras emprendí la captura del gato, lo logré acorralar en un arbusto y lo atrape cogiéndolo por la cola. Estuve un rato con el gato tomado por la cola, él no dejaba de lanzar zarpazos y mordisco pero yo estaba a una distancia segura de sus ataques.

Por un momento me vino la brillante idea de soltarlo sin que corriera peligro de un contra ataque y que a su vez fuera espectacular para alegría de los espectadores. Así que me acerque al terreno baldío que estaba allí mismo y utilice al gato como una boleadora. Tomado de la cola empecé a girarlo rápido y más rápido hasta que lo solté lanzándolo bien alto por el aire y verlo luego caer entre unos matorrales y no saber más de él. Aún recuerdo el olor del orine y las heces del gato como también el sonido que hizo su cola al romperse sus huesos cuando lo arroje al aire y que le causo su muerte. Fui inocente de mis acciones en ese momento pero que aún yo me juzgo con todas mis fuerzas, fui un ser malvado.

No fue el único gato que mate, luego acabé con la vida de un segundo gato que frecuentaba mi casa. Una noche fría en Guanare que tampoco olvidaré.

Pero desde que mate al gato blanco me apodaron el "Matagato", nunca me molesto hasta incluso me parecía correcto llevar ese apodo como castigo de mis acciones y luego de un tiempo cambié, empecé a respetar y amar a los seres vivos. Crié perros de la calle y hasta gatos fueron cuidados y protegidos por mi persona, aprendía a quererlos y a apreciar su compañía. Juré nunca más hacer algo así en mi vida.

Este es un relato personal que no me gusta contar porque me juzgan y con razón, pero las personas se quedan en eso y no ven a la nueva persona que soy ahora. A veces las personas podemos cambiar y ser mejores, tan solo no vean el pasado (que es una carga horrible), miren y conozcan el ahora.

Así fue como gané fama de la infamia.

Bueno eso es todo por hoy, no cuento lo del segundo gato porque es un poco más fuerte y disculpen la ausencia de imágenes otra vez, en esa época no había celulares :P