Bloque del Grimm The Castle in Heaven and the Two Towers I

“Ejem, comencemos. De acuerdo a la leyenda, en los viejos tiempos, aquellos a los que llamamos “Primigenios” fueron resucitados de las entrañas de la tierra. Comenzaron una guerra contra los humanos que vivían en las estrellas para ganar el control de la piedra mágica. Los humanos estaban indefensos ante el abrumador poder de los “Primigenios”. Sin embargo, se cuenta que en ese momento, durante la reyerta por el control de la piedra, una princesa inmortal apareció junto a seis filósofos. Con el poder de los seis filósofos, la piedra pudo ser reclamada. Se rumorea que entre las paredes de este castillo uno de los filósofos guardó la piedra mágica conocida como “Almerius”. Sobre aquel que podrá usar esta piedra… ¿La señorita Lumia sigue descansado en sus aposentos?” - Con un gesto algo enojado, el tutor Aesop clavó sus ojos en Grimm.

“Aesop, no hace falta que hables de una manera tan formal. Lumia nunca ha sido una chica muy delicada, así que esa forma de hablar no le interesa en absoluto.” – le respondió Grimm con una sonrisa irónica.

“Aunque usted sea como una grácil reina, y Lumia como su beligerante rey, ¿no sería mucho mejor, por un casual, si la situación fuese la inversa?”

“Soy feliz siendo como soy. No hay nada como la tranquilidad de poder dedicar mis días a la lectura de mis libros, y estoy satisfecho de poder vivir así.”

“Considere sus palabras. ¿Es su actitud la apropiada? Está bien. Vamos, señorita Lumia, ¡despierte, por favor! Es la hora del estudio.”

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“Qué… ¿Dónde estoy…?”

Lumia se despertó en la familiar sala de estudios. Sin embargo, Grimm hacía mucho que se encontraba ausente.

“Señorita Lumia, ¿se encuentra despierta?”

“Umm… Eh, ¿dónde está mi hermano?”

“Me parece que aún se encuentra medio dormida, señorita Lumia. Con el fin de derrotar a Drácula, Sir Grimm partió a un largo viaje junto a la jovencita de rojo. Han pasado ya tres meses desde ese momento.”

“Ah, es verdad” – murmuró Lumia mientras reclinaba la cabeza.

“Señorita Lumia, no quiso escucharme cuando le dije que no debía ir con él, pero sin el poder de un Soberano, poca sería la ayuda que podría haber ofrecido. Solamente un Soberano estaba capacitado para ir.”

“Lo sé, lo sé.”

Lumia miró hacía la ventana con un mohín. Desde que Drácula se había manifestado, las lejanas tierras alrededor de su guarida se hallaban cubiertas por una oscura niebla. Y hoy, esa niebla parecía incluso más ominosa que de costumbre.

“Me pregunto si mi hermano está bien.”

“Sir Grimm puede tomar prestado el poder de los personajes de los cuentos de hadas. Esa es la habilidad que posee como Soberano. Solo utilizando el poder de los cuentos de hadas será capaz de destruir el relato de Drácula y sus poderosas pesadillas.”

“Sí, yo también creo que Drácula puede ser derrotado. Pero, no sé, quizás le estoy dando demasiadas vueltas, pero me da la impresión que la derrota de Drácula es una pantomima preparada por alguien.”

“Señorita Lumia, que cosas tiene.”

“Es sólo un presentimiento, pero últimamente estos “presentimientos” míos han sido muy certeros.”

Justo entonces, salida de la nada, una asombrosa muchacha apareció justo frente a ellos.

“Esto es una evidencia de que el momento del despertar está cerca. Casi no queda tiempo, así que escúchame bien.”

“Espera un momento, ¿quién eres?"

Lumia tenía su mirada clavada en la joven.

“Bueno, no hay mucho tiempo para explicaciones, pero hay algo que debo contarte. “Drácula, el Demoníaco fue derrotado a manos de Grimm, pero… Grimm también cayó. Mejor dicho, su existencia ha sido borrada para los de este mundo.”

“¿Qué quieres decir? ¿Qué le ha pasado a mi hermano?”

“La falsa Caperucita le dio a Grimm el Grimorio de las Contradicciones, y con su uso constante, ha quedado atrapado dentro del libro, como si fuese un cuento. Pero hay una cosa más que Grimm me confió para que te dijera. Tú eres la única que posee un poder semejante al de Grimm para salvar el mundo.”

“Esa chica roja… ¡Sabía que no era de fiar, desde el principio! Me voy ahora mismo.”

Con el rostro turbado y sus ojos al borde de las lágrimas, Lumia se dirigió hacia la puerta.

“¡Espera, por favor! Primero debes despertar tus poderes de Soberano. Se me han confiado las últimas gotas del poder de Grimm. Por favor, toca a ‘Moojdart’, la piedra mágica de la verdad.”

“¿Piedra de la verdad? ¡Imposible! ¿De verdad hay algo como esto aquí, en el castillo?”

Con cara de sorpresa, Aesop contemplaba la piedra. Entonces, en cuanto Lumia rozó la piedra, los poderes de Grimm la envolvieron en forma de una luz cegadora.

“Esta fuerza… ¿es la voluntad de mi hermano?”

“Has despertado tus verdaderos poderes. Dentro de este castillo esta ‘Almerius’, otra piedra mágica verdadera que debería resonar contigo. Grimm posee el poder del ‘narrador’. Tú has conseguido el poder del ‘restaurador’. Sólo tú puedes restablecer cada historia. Los cuentos que se han convertido en pesadillas pueden recuperar sus formas originales gracias tu poder.”

Plena de su nuevo y sorprendente poder, Lumia todavía se preguntaba si sería suficiente para salvar a Grimm.

“Oh, es verdad. Te voy a dar este libro. Siendo tú, podrás tomar el poder de los personajes de las fábulas que hay en él.”

Lumia miró a la misteriosa joven mientras cogía el libro.

“Bueno, ¿a qué esperamos?”

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Las lágrimas habían desaparecido de los ojos de Lumia y ahora estaban llenos de determinación. ‘El Cuento de Grimm, el Vengador contra la Oscuridad’ era el nombre de una de las historias de su libro.