I

La dulzura que había en tu sonrisa,
Comienza a tornarse amarga.
La belleza que observé en ti,
Se opaca con una fealdad indescriptible.

II

No hablo de tu fisonomía,
Esas nimiedades no me interesan.
Hablo de las cualidades que encontré en ti,
Cualidades que han ido desapareciendo.

III

Eramos una dualidad perfecta,
Frío, calor, luz, oscuridad, bien y mal.
Ahora sólo somos dos conocidos,
Jugando a desconocerse.

IV

Puedes marcharte si quieres,
Puedo irme si es mi deseo,
Ambos tenemos libre albedrío,
Pero hay un dilema que nos confunde.

V

-¿No quieres saber más nada de mí?
-¿Quiero expulsarte de mi vida?
No tenemos respuestas concretas a esas preguntas.
Es un dilema querer estar juntos y a la vez repudiarnos.

VI

-¿Cómo entender esta situación?
No pensamos que esto sucedería.
Te invito a regocijarte una vez más en la oscuridad,
Esa oscuridad que fue el inicio de nuestra historia.