[ CUBIERTOS FRÍOS ]

cultura.bitcoin (61)in #spanish • 6 years ago (edited)

►Ambiente

Aquel día especial, esas palabras, su sonrisa, esa canción y esa única sensación. Aquella vez cuando de niños teníamos en la imaginación un mundo y nuestro mundo era la imaginación.
¿Cuánto ha pasado?
Más tiempo es el que transcurre esperando un movimiento que suceda. Es claro que un minuto es más largo cuando esperas que cuando te esperan, cinco minutos vuelan cuando vas tarde.
¿Cuánto ha sido?
Crecimos y algo pasó. ¿Lo olvidamos? ¿Reprimimos esa visión? No estoy seguro. Nada es más desolador que el tiempo, es pérdida cuando fluye fuera de tus manos.

¿Qué es el olvido, sino más que memorias? Insinuaba Benedetti.
Desde que no le veo pareciera una eternidad, tanto que charlar. Desde que estoy en soledad ha pasado un año. Un año mirando esos cubiertos abandonados sobre la mesa.
Me hago recorrer el tiempo sin pereza, sin parpadear, cita tras cita, el llegar a tiempo para a una bella con sexo perecedero; no sé cuántas vidas he vivido besando, intentando moldear manos para que se ajusten a eso, a los recuerdos, a esos cubiertos.
¡En verdad quiero verle! Ojalá recordemos de nuevo nuestro mundo y nuestra imaginación, nos miremos, charlemos, nos deseemos, nos conectemos.
Haremos nudos varios cita tras cita, día a día, noche tras noche, a cada hora, a cada momento intercambiando miradas. El hombre no está acostumbrado a hacer, no está acostumbrado a hacer… por más fuego que posea… el hombre no está acostumbrado. Sé que tras cada beso estaré aproximándome más a que sus labios, esos labios me concedan inmortalidad temporal. Quizá lo sea ahora, ojalá sea así ésta cita, pues las cosas más grandes se hicieron primero en el mundo de la imaginación. Como lo hacíamos antes, gozábamos.

Aún sigo en esta silla, en esta soledad, ha pasado más tiempo del que uno desearía esperar a alguien.
¿Olvidarlo? ¿Olvidar? Eso no existe.
¿Por qué aprendemos a hacerlo? ¿Entonces nosotros lo inventamos? ¿Nosotros lo adquirimos con nuestra subjetividad? Y esos cubiertos estarán fríos y no se ajustarán más a manos… o a sus manos de antes.
Quizá el problema está ahí. Quizá esperar otros cinco minutos más no es un mal precio a pagar por vivir una eternidad tras cada próximo beso y billones de formas de pensamiento, todos estos diferentes de quien como hoy, como cada día que pasa continuo esperando su llegada.
Quizá cinco minutos más siempre lo han valido y estos cubiertos siempre se ajustaron, nunca estuvieron fríos tras cada cita, tras cada beso que pago con tiempo por imaginar, por recordar, por crear, por olvidar, por un poco de eternidad.
En cada día, en cada beso, en cada noche, en cada charla, en cada sexo, en cada canción, en cada mirada, en cada sensación tan única, disfrutar como cuando niños, como cuando teníamos en la imaginación un mundo, nuestro mundo era, es y será el valor intrínseco inefable que hay en la imaginación. Justo como ese día especial y como aquella vez.

Quizá cinco minutos mas…