«Nos tomamos el negocio de las hamburguesas más en serio que nadie» — Ray Kroc, Fundador de McDonald’s

Admítelo, aunque sea una vez has ido a McDonald’s. Y es que a todos de alguna forma nos gusta su comida y su ambiente, porque a quienes no les gusta las hamburguesas optan por los Nuggets, para los Fitness están sus deliciosas ensaladas y para los que de plano no les pasa la comida por algún prejuicio, te aseguro que por lo menos aman los helados de esta industria alimenticia.

McDonald’s se ha convertido en un lugar de encuentro familiar por excelencia, porque ciertamente estos restaurantes de comida rápida son acogedores. Los universitarios pasan por una hamburguesa antes de ir a clases, los amigos al regresar de la playa y los fines de semana son infaltables las cajitas felices para los pequeños de la casa.

Todo en esta vida nos deja una enseñanza y McDonald’s en particular, a lo largo de su trayectoria nos ha dejado ciertas lecciones invaluables que podemos aplicar a nuestra vida diaria, quédate con nosotros y descubrirás de qué se trata.

Es bien sabido que una de las claves del éxito radica en nuestro poder de adaptabilidad y McDonald’s nos lo demuestra con su éxito. Ésta cadena alimenticia ha tenido que adaptarse a distintas culturas para poder estar presente en diversos países; por ejemplo para poder llegar a la India se tuvo que cambiar el ingrediente principal de las hamburguesas de carne, pues en este país está prohibido consumir carne de vaca, así que fue sustituida por carne de camello.

Todos conocemos que en los inicios de McDonald’s sólo contaban con la hamburguesa clásica y las papas fritas acompañadas por una gaseosa. Sin embargo con el crecimiento de la industria, fueron conociendo mejor a sus clientes y ofreciendo alternativas para satisfacer las necesidades del cliente. Por eso hoy en este restaurant puedes encontrar desde la clásica hamburguesa de carne hasta una ensalada de atún para las personas más fitness.

Aunque McDonald’s se adapta a su entorno, jamás ha cambiado su esencia. Sus colores y sus aros dorados forman parte de lo que es y no piensan cambiarlo. Deberíamos aprender un poco más de éste principio, porque si le somos fieles a nuestra esencia el éxito será más fácil de alcanzar. Un ejemplo muy notable de la esencia de McDonald’s es su Big Mac que a pesar de tener 50 años en el mercado, desde su lanzamiento no ha cambiado ningún ingrediente.

En las conferencias motivacionales lo primero que nos repiten hasta el cansancio es que los límites sólo radican en nuestra mente. McDonald’s nos lo demuestra a diario, ya que se ha convertido en una de las cadenas alimenticias líderes a nivel mundial. Y si hablamos del menú, ésta fue una de las primeras lecciones que nos dio, pues por qué debíamos conformarnos con una hamburguesa clásica, si podíamos pedir una doble carne con queso o mejor aún, pedir una Big Mac, que se sale por completo de los estándares de una hamburguesa común.

McDonald’s solo está presente en 3 países del continente africano, pues lamentablemente éste es el continente más pobre, así que podemos medir la economía de un país dependiendo del número de franquicias de esta cadena alimenticia con el que cuenta. De hecho, en 1986 **_The Economist_** creó un índice de métrica titulado «The Big Mac index», que consistía en un indicador de mercado, que determinaba el costo de la vida y la economía de un país basado en el costo de la Big Mac.

Bien, esas han sido las lecciones de vida más importantes que nos ha dejado nuestra franquicia favorita. Disfrútenlas y recuérdenlas la próxima vez que vayan a McDonald’s para que se disfruten la comida con buen gusto.

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