Normalmente, las personas tienen tendencia a asociar las cosas malas que le suceden al destino y las cosas buenas asociarlas al esfuerzo, y tal vez, a un poco de suerte (eso de estar en el sitio adecuado, en el momento adecuado... y todo lo demás). Para mi el hecho de pensar o discutir acerca de si existe o no existe el destino en una forma filosófica o científica, no debería quitarnos mucho tiempo; donde debemos centrarnos es en que cosas debemos hacer para crear y labrar nuestro destino, por eso creo que somos creadores y forjadores de nuestro propio destino...no existe, lo creamos.