A veces, somos capaces de soñar con las pupilas abiertas, momentos que parecen lejanos e imposibles que sucedan, pero lo deseamos tanto que tenemos el poder de hacerlo posible...

Todos experimentamos fracciones de días magníficos y es que cualquier pedacito de tiempo durante nuestra existencia puede llegar a ser tan memorable que lo nombramos de esa forma.

Debo manifestar que no he tenido uno plenamente bueno para expresar que sea así, pero disfruto cada instante en el que me siento feliz con las personas que quiero. Ver sonreír a cualquiera por mi culpa ya lo considero casi perfecto.

Ahora si pudiera relatar o fabricar un día perfecto pienso que sería de la siguiente forma:

Podría ser insuperable si, después de 20 años de tanta aflicción, mentiras hambre y burlas hacia nosotros, la tiranía hiciera un alto y nos entregarán el país que tanto merecemos y del cual nos han privado, seria extraordinario que nuestros ojos sean testigos de la justicia que merecen todas aquellas familias que han llorado a sus seres queridos, a nuestros hermanos caídos, asesinados por la mezquindad, el egoísmo y el poder. Inocentes que luchaban por una libertad para todos, jóvenes que solo les tocó vislumbrar lo infame de la política y sus gobernantes, niños a quienes les truncaron los sueños con una maldita bala.

Lo nombraría excelente; si fuera posible no derramar más sangre de inocentes mientras se logra que aquellos personajes que nos mantienen secuestrados renuncien a la silla.

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Ese día lo imagino atiborrado de regocijo con mucha algarabía en las calles, distintas caras y edades, celebrando de mil formas, algunas personas arrodilladas orando dando gracias a Dios, otras llamando a sus familiares en el extranjeros comentando que ya pueden retornar porque todos debemos comenzar a trabajar para reconstruir un futuro, quizá no tan estupendo, pero si algo similar a la prosperidad.

Maravilloso sería que cada venezolano aumentara kilos de perdón y conciencia, un cambio que primero se origine en la mente de todos nosotros, dejar aún lado la enemistad y dar la bienvenida a la unión como los hermanos que somos.

Porque los sueños o días perfectos parecen irrealizables o imposibles, pero son instantes de felicidad que no se compran y se dan pocas veces en la vida, llegan y nos hacen sentir privilegiados de poder vivirlos...