La Vida// Una sinfonía que no hemos logrado entender
Si hoy les preguntara ¿Qué es la vida? Seguramente la mayoría podría decir, desde su campo disciplinar y personal, alguna definición. Ahora bien, ¿podrá esta abarcar todos los campos necesarios para mostrarse como un concepto amplio o estará basado en concepciones preestablecidas? ¡Seguramente los dejará pensando! Pero, podemos explicar realmente algo objetivo, sin la certeza del cómo, el por qué y para qué… Me parece una buena reflexión.
Imágenes del Autor. Capturadas con dispositivo Huawei P20. Editadas en Microsoft power point
En alguna oportunidad, por una red social, leí que es el cerebro, quien se declara así mismo, como el órgano procesador de información más importante, eso realmente llamó mi atención, pues es totalmente cierto. De una vez, ese mismo cerebro me decía, que ese hombre que creó tanto conocimiento, también se postula como una especie pensante, que ha dejado a un lado, sus raíces biológicas para encadenarse en postulados creados y dolores de cabeza, pues sí, cefaleas gratuitas que buscan negar nuestros primitivos códigos genéticos, y el gran parecido que mantenemos con nuestros hermanos, los otros animales.
Imágenes del Autor. Capturadas con dispositivo Huawei P20. Editadas en Microsoft power point
Nos mostramos con arrogancia, recreando situaciones y asegurando postulados, que nosotros mismos hemos considerado ciertos. Por esa situación, pudiese dudar en decir que realmente podríamos dar una definición apropiada de la vida. Como Profesora de Evolución, debo confesar que es este, uno de los temas más reflexivos de mi carrera académica, pues, aun con toda la información existente, no hemos logrado llegar a la verdad que nuestros ojos buscan.
A mi criterio, el Homo sapiens sapiens, ese que tal vez evolucionó por anagénesis, o que para muchos, convivió con sus antepasados homínidos, ahora sólo repite información creada por generaciones anteriores, o por lo menos, es el punto de partida para aplicar nuevas interrogantes y someter a la naturaleza al método científico. Vemos como nuevas generaciones, buscan replicar el origen de la vida, partiendo de experiencias como las de Stanley Miller o Alexander Oparin. Muchos discuten si la vida se inició en calor, tal como lo plantean estos meta-teóricos, o si fue en frió, además si se formaron realmente bioelementos esenciales o no.
Imágenes del Autor. Capturadas con dispositivo Huawei P20. Editadas en Microsoft power point
Si fuese tan sencillo generar vida, no hubiera logrado crear coacervados en el laboratorio; esos agregados moleculares que para Oparin marcan el inicio de la existencia. Los obtenemos agregando proteína, grasas y azucares, elementos químicos esenciales para compartimentalizar un espacio, repleto de elementos químicos. Los estudiantes se alegran, han tenido contacto o la oportunidad de ver moléculas que tal vez fueron primitivas. Sin embargo, cuando nos vamos a la reflexión profunda, podemos determinar que, a parte de esos agregados existían condiciones en el planeta que, propiciaron su formación y que se estabilizaron de tal manera, que ese agregado molecular, rompió la barrera de lo químico, para iniciar los niveles de organización biológicos “Omnis cellula e cellula”.
Imágenes del Autor. Capturadas con dispositivo Huawei P20. Editadas en Microsoft power point
Entonces, si aceptamos que, la vida se genera de células preexistentes ¿Estamos siendo realmente objetivos? Pues entonces ¿quién fue la primera célula? ¿Será entonces que la esencia de la generación espontánea es tan incierta como lo vemos en la actualidad? O estará equivocado Francis Crick cuando nos dice que la vida vino de otro planeta, y de ser así ¿Cómo se originó en ese planeta?
Y es así como nos paseamos entre la Filosofía y la Ciencia; aunque confieso conocer a más de un parcializado y ciego científico, que lo niega. Curioso, cuando grandes personalidades del rigor disciplinar también se nos muestran como verdaderos filósofos; y es que si no fuera por la preguntadera, el existencialismo, el idealismo, el positivismo mismo, entre otras corrientes, no hubiesen iniciado aquel acontecimiento que nos hace diferentes.
Diría Dawkins, que somos maquinas formadas por genes, para obtener más genes y de esa manera sabríamos que, la gallina la inventó el huevo, quien posee el contenido genético, para formar más huevos, más genes ¡Fue primero el huevo! Pero ¿Y quién inventó al huevo?. Explicar la vida, desde su origen, se nos muestra con muchas barreras. Del big bang, se generaron importantes procesos, que formaron elementos químicos. La temperatura desciende, Hidrógeno y Helio presentes; recombinación de elementos que dieron origen al resto, entonces no por casualidad, la vida está formada por ellos, especialmente de compuestos orgánicos – C, H- y otros, que son escenario de reacciones en cualquier organismo vivo. No es inaudito entonces pensar, tal como lo dicen otros científicos, que somos energía y polvo de las estrellas.
Luego, esa agrupación de elementos, las fuerzas gravitatorias, electromagnéticas, nucleares: débiles y fuertes, comienzan a ordenarlo todo. En un pequeño brazo de Orión, subyace el Sistema solar, y en este, un planeta singular, conspira gracias a un cóctel de elementos, que lo hacen único, y que al armonizarse, dieron el gran paso hacia los niveles de organización biológicos y ecológicos_ célula- tejidos-órganos- sistemas de órganos-individuo- comunidades-poblaciones. Nos dice la Evolución, que trascendemos como población, más no como individuos, y esto, parece no ser aplicable a la humanidad, que se valora como la vida más preciada.
Imágenes del Autor. Capturadas con dispositivo Huawei P20. Editadas en Microsoft power point
La vida es realmente un sistema complejo, con entradas y salidas y muchas veces entropía. Es lo más común en un árbol evolutivo, pues aunque los vegetales no se muevan como hemos definido movimiento ¡Están vivos! Al igual que todo ser, el hombre también vino a perpetuar la existencia, pues posee esas células germinativas que se encuentran, fecundan, crecen, nacen, se reproducen y mueren.
Explicar la vida, desde su definición y origen, a criterio propio es bastante cuesta arriba, sin embargo valorarla es realmente necesario, y cuando lo escribo, no me inclino hacia la vida, humana, me refiero al resto y amplio árbol de la existencia. La vida, se ha metido entre las manos de una sola especie destructiva y arrogante, que aun no sabiendo de que se trata, también conoce de su fragilidad y ha logrado acabarla. Miles de años de evolución, desaparecen en segundos, y a unos pocos, causa dolor. A veces me pregunto, si vale la pena definir la vida desde la complejidad científica, si ya descubrimos como extinguirla.
Filosofar sobre la vida es parecido a filosofar sobre la muerte: ambas un misterio inexpugnable. Buen artículo... como siempre!
Hola estimada amiga Alexa Ivy, Magnifico y muy completo artículo. Yo de profesión soy Ingeniero e investigador en ecosistemas, y ahora ya jubilado me dedico a la filosofía, a filosofar mejor dicho, pero lo hacía como investigador también.
El intelecto y nuestra dedicación intelectual a la ciencia nos lleva a una actitud de soberbia y en consecuencia de ser los peores ciegos, los que no ven porque no quieren ver.
Para ver necesitamos un intelecto iluminado por el amor del corazón, nunca bastará el intelecto para comprender algo, necesitamos la comprensión del corazón, ver con los ojos del corazón, con una inteligencia intuitiva que nos conduzca hacia la verdad.
La única verdad es el amor, todas las demás son verdades relativas, aproximaciones, el corazón debe iluminar al intelecto -que ve todo con dualidad-con la verdad de la unidad en el amor.
Porque la verdadera inteligencia es la inteligencia intuitiva o inteligencia del corazón, no biológico sino que del corazón del alma, del "ser", esa inteligencia es una luz que debe iluminar nuestro intelecto para poder ver más allá de todas sus limitaciones.
El huevo o la gallina, ¿quién fue primero? Yo tengo esta hipótesis: creo que ninguno de los dos, primero fue el "nicho ecológico" o conjunto de funciones de esa ave en el ecosistema, luego el nicho ejerció como un "nicho atractor de evolución" y un ave, que ya ponía huevos, evolucionó hacia ese nicho.
Un cordial saludo desde Chile!!!
Excelente! Me encanta tu aporte... Lo del huevo lo explico desde la postura del gen egoísta. Realmente a veces debemos despojarnos epoche para conseguir la verdadera esencia de la vida. Ya lo mecanicista del positivismo debería caducar y transformarse en una ciencia eco planetaria. Dejar a un lado el egocentrismo teórico para crear ciencia útil y no autodestructiva.. Gracias por tu visita! Seguimos encontrándonos en este mar de información