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Según cifras publicadas el pasado miércoles por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el número de migrantes irregulares muertos o desaparecidos en la ruta occidental del Mediterráneo, que desemboca en España, ha aumentado un 46,8 % en 2018. De acuerdo con el proyecto «Migrantes Desaparecidos», un total de 329 migrantes o solicitantes de asilo perdieron la vida en aguas próximas a España, entre el 1 de enero y el 5 de septiembre de este año, frente a las 224 del mismo periodo del año anterior.

Las muertes en la «ruta española» suponen, además, el 21 % de las 1.565 personas fallecidas o desaparecidas en todo el Mediterráneo en su intento por llegar de forma irregular a Europa en 2018. La del Mediterráneo Central, que lleva a Malta e Italia desde Libia, es la ruta más mortífera del mundo, con 1.113 muertes este año. Las estadísticas de la OIM, organismo vinculado a la ONU, también certifican que España, con 31.040 personas, lidera la llegada de solicitantes de asilo a Europa a través del mar.