TIEMPO DE SER
Tus manos eran el muro
que trazaba la línea
de fosforescencia
da Vinci se hubiera detenido
y bosquejado como
tu cuerpo se extendía
esbelta de colores
dibujando los frutos
las semillas amigas
de los pájaros
en un tiempo de auroras
de caminatas distantes
donde vi espiar a las hijas del sol
hace un largo tiempo de palmeras
de ríos pequeños fugándose
para tocar tus pies
porque en ellos la muerte no existía
y en sus ligerezas
permitían la fuga
el encuentro con reinos perdidos
donde el rey de las cartas
engordaba para abrazarte
como la harían todos los hombres
en su tiempo de ser
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