Dónde estás?
Dónde estás?
Refugiada en la madriguera de la primavera estoy, y sólo el brillo de mis libélulas puedo ver. Docenas de ellas, han secuestrado el inmenso miedo que llevaba conmigo.
Te has ido de mí, porque quise ¿dónde estás?
He decidido, decirle a dios a la madriguera, al calor y al frío de sus noches que hicieron sentir hasta mis huesos, el trato más injusto.
Te has ido de mí, porque quise ¿dónde estás?
La luna, me ha mirado con enojo, y el sol de tus ojos pareciera llamarme.
Te has ido de mí, porque quise ¿dónde estás?
He decidido, esta madrugada que las libélulas hagan lo que les de la gana con lo que siento, todo, todo que hagan todo; menos decirte al oído que te quiero.
He decidido levantarme, con la energía que me ha ofrendado el sol, el me ha regalado en este amanecer todo su destello. Y yo, de ingrata sigo aquí, inerte dejando caer la luna que me contempla con cierta lástima y tristeza.
Te has ido de mí, porque quise, dónde estás?
Mis pensamientos, me han desafiado, y mis inquietos ojos quieren encontrarse con ellos.
Te has ido de mí, porque quise, dónde estás?
Hoy en la víspera del invierno, pareciera sentir que se han congelados mis sueños rotos, que van volando en el aire como la nieve y la calma que siempre llega.
Te has ido de mí, porque quise, dónde estás?
Arrebátame todo, todo lo que ya no tengo, los recuerdos, las emociones, las caricias, tú presencia, tú risa, tú voz, tú carácter, tus dedos caminando sobre mi espalda haciendo siempre lo que quieren.
Te has ido de mí, porque quise, dónde estás?
Arrebátame todo, todo menos tus besos en mi piel.
Te has ido de mí, porque quise, dónde estás?
Yag