Amo los animales y tengo profunda afinidad con ellos. En casa tenemos dos perros y una gata, ellos son un miembro más en nuestra familia. Cumplimos con el deber de atender sus necesidades y velar por su salud y bienestar; sus vacunas, desparasitación, aseo en general etc. Amor a granel siempre hay para ellos. Y es que esta es la responsabilidad de quienes tienen una mascota en casa.

Me produce mucho dolor ver animales domésticos abandonados a su suerte.

Yo soy dulce para los gatos. Ellos llegan a mi puerta, como si de antemano percibieran mi amor por ellos. Llegan deshechos, apenas si pueden moverse. Ayer fue otro caso de estos. Un minino llegó a casa de mi novia; su cuerpecito tan delgado apenas podía arrastrarse, su piel llena de plaga. Le ofrecí alimento, el mínino intentó comer, pero no pudo masticar. De inmediato lo llevé al veterinario, le practicaron exámenes de leucemia y VIH. Efectivamente el resultado fue positivo para ambas pruebas.

Es muy duro tomar decisiones sobre una vida, hago lo humanamente posible para salvarlos. Este no fue el caso de una vida rescatada. Era demasiado tarde y estaba muriendo lentamente. Mi compasión por el animal ante todo, el ya no debía seguir sufriendo. La eutanasia fue practicada, mientras yo luchaba para contener las lágrimas, rumiando esta sensación de impotencia que me produce la indiferencia de algunos humanos.

Adios lindo gatito.

Fotos realizadas con mi teléfono Huawei.

Gracias a @leyargoz y @sol25.
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Hasta pronto.