Inicia el juego el que posea el doble seis y continua el que esté a su derecha, previamente las fichas se colocan boca abajo y se mezclan, cada jugador debe tomar 7 fichas. En su turno cada jugador debe colocar una de sus piezas con la restricción de que dos piezas solo pueden colocarse juntas cuando los cuadrados adyacentes sean del mismo valor es decir, el 1 con el 1, el 2 con el 2, hasta llegar al 6. Si alguno de los jugadores no tiene ficha que jugar deberá decir “Paso”, es frecuente que se jueguen todas las fichas de una misma pinta por ejemplo los seises, quedando por fuera aún sin jugar el doble seis, se dice entonces que esta “ahorcado”.

La mano continua hasta que se de alguna de las siguientes situaciones:

• Alguno de los jugadores se queda sin fichas por jugar. En este caso el jugador se dice que dominó la partida.

• En caso de tranca, es decir, cuando a pesar de quedar fichas en juego ninguna pueda colocarse, se atribuye la tranca a la pareja cuyas fichas sumen menos puntos. En caso de empate la norma internacional establece que no hay ganador y en el siguiente juego sale el jugador de turno.

Las manos continúan hasta como lo dije antes la pareja llegue a 100 puntos, si la otra pareja de jugadores no alcanza ningún punto se dice que quedaron “zapatero”.

Este juego lo comencé a practicar desde adolescente, en mi casa todos lo jugamos, cada tarde religiosamente lo jugamos con vecinos, en los que disfrutamos de un rato bastante agradable. Sin duda lo más emocionante es ganar dándole “zapatero” al rival.

Para mi es un juego realmente apasionante, en el que debemos analizar mucho las jugadas que se realizan, muchos dicen que es un juego para personas de alta edad, pero no es así, muchos jóvenes lo practicamos y somos realmente buenos.

¿Por qué me gusta tanto el dominó?

Lo principal es porque me relaja, al jugarlo mi mente se despeja, olvido algún problema que pueda tener en ese momento, me concentro solo en ese momento, y me parece que es beneficioso para la salud ya que te mantiene la mente activa. Y obviamente la otra razón es porque me divierte, sin duda que si no me divirtiera no lo jugara, aunque a veces algunos jugadores se molestan cuando pierden me parece que esa no es la actitud que se debe tomar, ya que como todo juego el propósito es divertirse.

En mi casa lo practicamos de 3 a 6 p.m los 365 días al año, a menos que haya un evento de fuerza mayor, se puede decir que mas que mi hobby es el de toda mi familia, en mis inicios me costó un poco ya que se debe estar muy atento de las fichas que juegan, para así poder tener dominio en el juego, pero cuando lo aprendí me gusto tanto que ya es parte de mis hábitos.

Este juego de mesa lo recomiendo a todos, es ideal para compartir en familia, y al investigar un poco he notado que en cada país donde se practica tiene un toque diferente, para mí el que se juega en mi natal Venezuela es la mejor versión, acá siempre se puede observar debajo de un árbol o en cualquier plaza cuatro señores sentados en una mesa jugando dominó y algunos jóvenes mirando y aprendiendo. Pero independientemente del estilo o modo de jugarlo lo importante es disfrutarlo. Sé que este pasatiempo es el de muchos, y los que miran al dominó como algo aburrido los invito a aprenderlo que les aseguro que van a cambiar de parecer, y sabrán de lo que les hablo.

Espero que mi aporte haya sido de su agrado, me despido deseándoles el mayor de los éxitos siempre, las imágenes mostradas son de mi autoria, capturadas desde mi teléfono celular Plum Compass z516, nos leemos en una próxima oportunidad

Recuerden dejar sus comentarios, son importantes para mi