EL CAMINANTE DE LA VIA

En un servicio de autos ejecutivos, todas las noches como de costumbre, los conductores realizaban trabajos de traslado a empleados de empresas petroleras de la zona. Por lo general se trabaja toda una jornada, que cuyos tiempos variaban de acuerdo a las exigencias de quienes contrataban el servicio.
En el pueblo vivía Andrés, un joven nuevo en la localidad, de alrededor de los 23 años, moreno, 178 cm, delgado de rasgos mestizos, pro activo y con grandes expectativas de vida, solo que por falta de oportunidades, no termino estudios y se ganaba la vida en oficios varios mientras esperaba el dia que lograra una mejor oportunidad. Uno de sus amigos, Miguel sabiendo su necesidad, en esos dias logro contactarlo para ofrecerle la oportunidad de comenzar en los ejecutivos ya que tenia un contacto que podía ayudarle, este sin mas acepto y luego de presentarse, logro calificar para el puesto
Sus primeros días estuvieron muy tranquilos, dado que eran puntuales los requerimientos de las empresa, tardo poco en acoplarse y tomar las actividades como algo rutinario.
Ya pasado el tiempo y estando estable en su puesto, este en su día libre en uno de sus días libres, descanso este decidió a salir con Miguel y otros con los amigos y compartir, ya entrada la noche alrededor de las 10 pm cuando se disponía a salir, recibió una llamada por parte de la empresa, donde se le indicaba que si estaba en la disposición de suplir a un compañero que se ausentaría, este pensó:
-¿Sería buena idea? estaría bien, ya que este día lo pagan el doble y el dinero nunca esta demás, siempre hace falta.
Este respondido que sí, y luego de cancelar su compromiso con sus amigos, se dirigió hasta el lugar, a cumplir con lo previamente acordado.
Generalmente el trabajo consistía en trasladar a los trabajadores de las empresas hasta sus casas.
Luego de dejar al cliente en su destino, lo que le llevo una hora aproximadamente, el joven se trasladó a su casa, mientras iba a en vía recibió otra llamada, donde se le indicaba que había llamado el cliente indicando que se le había quedado una pertenencia y que necesariamente habría que llevársela hasta donde estaba, Andrés pregunto que si no había alguien mas que hiciera el trabajo, que él ya se encontraba cansado, y se le indico que no, que todos se habían retirado y el único en turno era el, este insistió en el cansancio pero cambio de parecer poco tiempo después que se le dijera, que el cliente asumía los gastos extras que conllevara el traslado, Andrés volvió a exponer:
-Perfecto, ¡un dinero más, nunca esta demás!
Regreso a la oficina, y estando en el lugar se le entrego lo que el cliente solicitaba, una bolsa con documentaciones. Ya para ese momento eran las 12:30 am.
Tomo vía y mientras iba en camino, pensó en cambiar la ruta por una mas corta
¡Tengo sueño y no quiero que me pase algo, debo recortar camino!
Este tomo una vía que acortaba el camino, para este momento ya era la 1 am. Sin autos en vías, solo era acompañado por la luz de la luna y la de los focos de su auto, en el recorrido que tardaría unos 35 minutos.
Pasaron 10 minutos y el solo pensaba en llegar a su casa por el tormentoso sueño que le agobiaba, este estado termino una vez que miro a lo lejos.
Era una especie de silueta, que mientras mas se acercaba el auto, tomaba una forma mas clara. En efecto, era una persona que caminaba al costado de la vía.
Un hombre alto, de 1.80 cm, delgado, blanco, de unos tal vez 50 años de edad, se encontraba vestido con un traje negro, y en su mano llevaba un libro, a lo que parecía una especie de biblia.
Este hombre al ver las luces que se acercaban, paro y alzo su brazo en señal de que el joven le brindara ayuda, posiblemente un aventón. Andres al ver tal gesto, pensó:
-¿Quien sera ese señor y que hará por este lugar a esta hora?
-¿Sera que lo ayudo?
-¡No! No tengo idea de quien es, aparte, ¿quien anda a estas horas por este lugar?, mejor hago que no lo miro y sigo, debo regresar rápido y no estoy para ayudar a nadie.
El joven algo nervioso, cuando se acercaba, fingió que le llamaban al teléfono, tomo el celular y lo llevo a su oreja, mientras pasaba por el lado del señor, rápidamente miro de reojo y siguió. Ya dejando el hombre atrás, este se dispuso a dejar el celular en su lugar y pensó:
-Uff.. Ya paso, ya logre dejar ese señor atrás.
Pasaron 3 minutos y este volvió a comentar:
-¡Que Loco! ¿a quien se le ocurre anda a estas horas por este lugar y de esa manera?, seria un fanático religioso, un borracho o tal vez un delincuente.
En ese preciso momento se escucho un estruendoso sonido en su techo,
-"¡crash!"
-¿Que carajos? pensó mientras miraba hacia arriba
-¿Que paso en el techo?, ¿que fue lo que cayo?
Mientras bajaba la mirada ...
Se pego un rostro al vidrio del frente, un cuerpo que decía:
-¡ASÍ QUE NO ME VAS A LLEVAR!
¡Era el rostro de la muerte!
Alguien con el cuerpo descompuesto, piel palida y con restos de sangre seca, esto acompañado de un traje roto y sucio, mientras su rostro huesudo, mostraba una sonrisa con grandes dientes desgastados, ojos blancos y poco cabello.
Inmediatamente Andres comenzó a gritar desesperadamente, mientras perdía el control del auto. Este por el asombro del del evento, se fue hacia un lado momentos después e impacto con unos arboles que por ahí se encontraban.
En la mañana de ese dia, en la oficia recibieron la queja de no haber recibido los papeles que había quedado de llevar uno de sus conductores, se pensó en Andres y le llamaron, al no tener respuestas contactaron a su amigo Miguel, este también trato de localizarlo, pero al no tener respuestas, comenzó junto con la empresa de autos a buscar a el joven.
Esa misma tarde dieron con Andres, lejos del auto al orillas de la vía. Muerto, vestido con un traje viejo, con una biblia en mano y un papel que decía:

• Si a un caminante en la ruta logras ver, no pongas peros, ayúdale. No esperes terminar como Andres, que por desconfiado y temeroso, no volvió a ver el amanecer majestuoso.!