#mi primer concurso 11 entrada 1 "mi fecha memorable"

 El pensar en una fecha especial es poner a bailar la memoria, brincar de una a otra sin duda; números y más números que se quedan guardados en el banco de recuerdos esperando dar el salto, bien para sacar una sonrisa, una lágrima, un suspiro… Con ese alboroto en mi mente decidí escoger una, la que causó mayor revuelo… 

Fui de niña muy enfermiza, muy chillona, por todo lloraba, por todo enfermaba, me casé y seguía ese patrón… me gustaba que me compadecieran, era parte de mi, así de sencillo. Siempre era una víctima de todo, de todos, mis pretextos para contar fatalidades eran tan buenos que había gente que me huía, otros, sin embargo, apapachaban mi victimismo, pocos, muy pocos eran enérgicos y me impulsaban a ser mejor y yo tenía intentos de cambio, pero terminaba en lo mismo… Era semana santa del año 2000, ya había dejado de tomar antidepresivos gracias a una amiga que me ofreció con masajes y ejercicio levantar mi estado de ánimo y estaba teniendo notables avances, no tenía ganas de salir, no tenía dinero y me habían invitado a un curso de “crea tu realidad”. 

Una de esas gentes que la vida te arrima para facilitar lo que tu alma requiere se ofreció a invitarme ese curso para que no me quedara sola y deprimida, ya que mis hijos se habían ido al rancho con sus primos.  Fui, y esa es la fecha que será recordada por siempre porque fue justo ahí donde entendí sin grandes explicaciones que estaba jugando un papel de VICTIMA pues era lo más placentero, ya que no quería hacerme responsable y mucho menos consciente de que en mi forma de ser, de expresarme, de vivir, estaba generando todo lo que me pasaba, la gente que se compadecía de mi era como si me ayudara a seguir así, es muy bonito sentirse alma generosa y comprensiva… no me estaban ayudando. Quienes sí lo hicieron fueron quienes nunca me vieron como una víctima, quienes nunca se compadecieron de mí, quienes me hacían ver que tenía inteligencia, fuerza y sobre todo que podía tener una vida diferente. Contra todos los pronósticos dejé una vida de enfermedades, una vida de calamidades y desesperanza, aprendí a reconocerme débil, sensible y dentro de esa debilidad y sensibilidad encontré la fuerza para enfrentar la vida en una forma diferente, buscando soluciones, buscando oportunidades, permitiéndome soñar, permitiéndome vivir de acuerdo a mi corazón, de las lecciones más importantes es lo tan cantado hoy en día por todos lados: tu actitud determina tu vida.

Lo más difícil, sin duda, es llevarlo al terreno de la práctica, las palabras, los escritos bonitos ahí pueden quedarse, los problemas y adversidades son parte de la vida para que encontremos en nosotros mismos la fuerza y sabiduría que ahí nos fue puesta por nuestro Creador. Como seres humanos “indefensos” nos dejamos llevar por un vaivén de emociones que pocas veces prestamos atención por estar al pendiente de lo que sucede con los demás sin tomar en cuenta que eso nos enferma, nos deteriora, nos merma nuestro paso por la vida que sin duda se convertirá en un suspiro cuando llegue el día en que será la fecha más importante de mi vida, fecha que será recordada por en quienes dejé una huella, ese día será: el día que muera… esa sin duda será la fecha más importante para mí, de todas aquellas que bailaban un día como hoy en mi mente para ser la más importante; pues ese día en el que dejaré éste cuerpo y se quedará lo que fui, lo que di de mi esencia, ese día  en el que se sentarán a recordarme con mi sonrisa, quizás algunos con mi lamento, con lo que dejé y que cada quién pondrá un nombre que simplemente ya no escucharé pero que me gustaría que ese eco retumbara en la eternidad ahí, sea donde fuere que me encuentre.