'Allahu Akbar, Allahu Akbar' cantábamos mientras nos acercábamos a la capital del estado de Yobe, Damaturu. Nuestra misión en ese día era capturar la casa del gobierno y la oficina del gobernador para convertir al estado en un califato islámico.

Al acercarnos a Damaturu desde Buni Yadi, pasamos por la universidad de agricultura del estado, nuestro objetivo en los últimos meses donde matamos a muchos y quemamos el edificio administrativo.

Al entrar en Damaturu, el primer punto de resistencia fue una base de policía móvil. Tenían algunos bloques de cemento en la carretera a través de la cual pasaban los autos. Esto es un pedazo de la torta, pensé. Éramos más de un centenar y nos topamos con un grupo de 50-60 oficiales desmoralizados quienes sabían que tenemos la muerte como nuestro último deseo.

'Rattattatata, Dum Dum Dum', los sonidos de las ar15s y Ak47 modificadas. Recuerdo haber leído más tarde que 45 policías móviles murieron en su primer puerto de escala, su base.

Nosotros no contamos, tampoco buscamos quién está muerto ni miramos hacia atrás en nuestro camino hacia las misiones. Una vez que eres alcanzado por una bala, las posibilidades de que salgas vivo casi siempre son cero.

Una vez acabada la primera resistencia, nos dirigimos a la siguiente. La sede central del CID de la policía estatal. Confiaron en la fuerza policial más inexperta e ineficiente del mundo. Ya habían corrido cuando llegamos allí. Uno pensaba que la vida nunca existió allí cuando pasamos.

Dos camionetas Toyota de nuestro convoy se desviaron para plantar artefactos explosivos improvisados. Más tarde supe que conocieron a personas aparentemente criminales encerradas por investigaciones.

Para cuando estos infieles se den cuenta de qué los golpeó, será demasiado tarde. Tendremos el control total. Tenemos un sistema califato completamente inaugurado y listo para asumir el control.

Esta ciudad es el último lugar de pie entre las áreas que rodean Maiduguri, la capital del estado de Borno. Al tomar esta ciudad, lograremos cortar el suministro de tropas, alimentos, cuidados médicos y municiones para el estado de Borno. Y el plan final es capturar a Maiduguri también.

Llegamos por la noche y hemos clasificado grupos de 50 a 100 personas de hombres bien entrenados y armados que se acercan desde 5 diferentes puntos de entrada a la capital. Su orden directa es matar cualquier cosa y todo lo que obstruya su misión.

Al acercarnos a la única redoma en damaturu y, obviamente, al punto central, vimos barricadas desde la distancia, pero no hay señales de infieles. Esto debe ser una trampa, pensé.

Nuestros expertos en IED bajaron para barrer el área. Los nuestros no son explosivos que nos hacen perder tiempo, que se configuran o activan con controles remotos. Simplemente se hace clic y se lanzan en la dirección y harán el trabajo a la perfección. O sales vivo o mueres con él, un shahid.  ¡Kaboom va la bomba!. Como un Molotov, si conoces uno. Explota al golpear el objetivo, principalmente en el suelo para obtener el máximo efecto.

Si estás dentro de los 30 m. donde explota esta cosa, desearás haber sido sumergido en un aceite caliente destinado a freír pechugas de pollo. Y no estoy bromeando. Esos fragmentos dentro perforan la piel como un cuchillo caliente a través de la mantequilla. En su mayoría son la causa de la muerte por la explosión de una bomba. Piensa en el bisturí de un médico. Así que, están destinados para eso. Muerte.

2, 3, 4 bombas!! Algunos hombres bajaron para barrer y limpiar el área por donde pasaríamos. Minutos más tarde, recibimos un mensaje de radio para proceder.

Fue entonces cuando quedamos bajo fuego, recuerdo haber escuchado el clic, el clic de los casquillos vacíos. La camioneta hilux líder junto con todos los que estaban adentro fue tostada. El resto de nosotros nos cubrimos.