Camila castigada en su ambiente de aprendizaje por llegar tarde a clases

La historia de Camila

Camila, una niña de familia humilde fue inscrita en la escuela principal de la ciudad a pesar que le quedaba muy distante de su casa, pero sus padres se propusieron que ella estuviera en una de los mejores centros educativos de aquel pueblo.

Todos los días Camila tenía que caminar unos cinco kilómetros para poder llegar a su escuela y como en ese sector por la ausencia de buenas carreteras no existía servicio de transporte público, siempre llegaba tarde a la clase por lo que a la hora de su recreo se quedaba sin poder salir a jugar con sus compañeros.

La primera semana no hubo un solo día que Camila llegara a la hora adecuada, por el contario, siempre llegaba media hora más tarde.

La Maestra indignada por la impuntualidad de Camila decidió llamarle la atención y le exigió que hiciera el mayor esfuerzo en ser puntual.

La maestra indignada por la impuntualidad de Camila

La semana siguiente Camila empezó a llegar mucho más temprano, pero aun así llegaba con retardo de cinco o diez minutos, por lo que la maestra muy molesta decidió citarle a su representante y una vez que se entrevistó con ellos estos le platearon la situación de lo lejano de su casa y del esfuerzo que todos estaban haciendo para que la niña no faltara a clase, además le contaron que esa semana habían vendido la única vaca que tenían, para poder comprarse una bicicleta con la que Camila era trasladada a la escuela pero aun así siempre llegaban un poco tarde.

La maestra escuchó la explicación pero les exigió que se esforzaran más. Ellos por su lado se marcharon con una mirada de tristeza porque sabían que era muy difícil poder llegar con mayor puntualidad a la escuela.

Durante la tercera semana de clase, la maestra se extrañó que Camila no fue ningún día y preocupada que la causa de su ausencia fuera por su actitud exigente, con un fuerte remordimiento de conciencia, decidió ir a la casa de la niña para averiguar el motivo por el cual no estaba yendo.

Esa tarde, luego de salir de clase tomó su carro y condujo hasta la dirección que le dieron donde habitaba Camila. En el trayecto se dio cuenta lo lejano, solo y pantanoso que era aquel camino, tardó en llegar unos 35 minutos.

La maestra camino a la casa de Camila

Una vez en la casa, le salió al encuentro la mamá de Camila y la maestra preguntó por la niña y esta con lágrimas en los ojos, le dijo: “Mi hija el lunes salió con su papá para su escuela, pero como estaba muy oscuro un vehículo los arrolló y casi pierden la vida, ella está recuperándose y mi esposo apenas puede caminar”.

La maestra pidió verlos y cuando estuvo al frente de ellos les pidió perdón porque ciertamente había comprobado la gran distancia de la casa en relación a la escuela y pudo ver que la niña conjuntamente con su familia se estaban esforzando al extremo y ella no había sido capaz de ver eso, por el contrario por su apego a la disciplina lo que había conseguido era que la niña casi perdiera la vida.

Camila postrada en cama enferma

Ya han pasado varios meses desde aquel momento y ahora Camila siempre llega primero que todos sus compañeros porque su maestra se ha comprometido a buscarla en su carro cada día para que la niña llegue a tiempo a clases y cumpla su sueño de culminar sus estudios algún día.