Toda su publicación muestra el orgullo, la dedicación, los cuidados de un padre que tiene a los hijos como lo más importante que ha pasado en su vida. La verdad es que, tal como lo describe, Yahya se ve muy seguro y adaptado a sus anteojos, tomando en cuenta que es la primera vez que los usa, demuestra una notable madurez, y eso mismo es lo que exhibe en la imagen de su primer día de escuela.
Skander, por su parte, se encuentra explorando ese curioso círculo de colores que tiene al frente. Es la celebración de un primer año durante el cual ya ha obtenido ciertas herramientas para escudriñar su entorno, para absorber todo cuanto le haga falta para seguir creciendo y madurando... Éxitos, amigo...