Lunes de escritura 18-10-2.021 // Dia de la vacuna contra el Covid-19 // por @Antonio7275

Buenas tardes mi querida gente steemit, espero todos esten bien y cubiertos de bendiciones de nuestro padre celestial Jehová Dios. Hoy quiero compartir con todos ustedes este pequeño, pero para mi familia y mi para fue y es un gran logro.

El dia 25 de junio del presente año fui diagnosticado junto con mi hermano Mauricio, mi hijo Diego y mi cuñada Sergimar por una prueba rápida que estábamos positivo para el Covid-19 y después de que nos tomaron la muestra y realizarnos la prueba hisopada, la cual lo corroboro días después. A pesar que desde que comenzó la pandemia en Venezuela y especialmente en mi pueblo Cantaura, nos cuidamos mucho y tomamos las medidas pertinentes para no infectarnos, ni infectar a la familia. Pero como ninguno estamos absueltos un 100% de no contagiarnos, mi hermano David se infecto y por muchos días de estar en cuarentena y con muchos cuidados médicos en su casa, estabamos muy asustados ya que es sobreviviente de cancer de garganta y es asmatico cronico, la enfermedad de Covid-19 seguía avanzando en su organismo y cada dia aparecia un nuevo síntoma. Hasta que una noche le provino un paro respiratorio y colapso. Nosotros como vivimos muy cerca escuche los gritos de mi mama y su esposa pidiendo auxilio y corri lo mas rápido posible hasta su casa junto con mi hijo Diego, mi hermano Mauricio y mi cuñada Sergimar y tratando de ayudarlo a respirar, entre la desesperación y la manipulación de mi hermano David nos contagiamos de Covid-19.

5 días después de su paro respiratorio y ya el, gracias a Dios había superado el paro respiratorio, nos comenzaron a aparecer los síntomas, dolor de cabeza agudo, fiebres muy altas, escalofríos y mi hermano Mauricio y yo perdimos el gusto y el olfato. De inmediato tomamos la decisión de ir al día siguiente al medico los 4, porque todos teníamos ya los síntomas clásicos del Covid-19.

Para el dia 24 de junio muy temprano en la mañana cuando me levante sentia mucho dolor en los codos y las rodillas, ya este era un nuevo síntoma que el dia anterior no lo tenia. Me duche porque había pasado la noche con fiebre al igual que mi hijo Diego y al cambiarme de ropa me di cuenta que tenia una erupción en las manos y en los pies. Al tomar un poco de café, note que no tenia ni gusto ni olfato. Ya eran mi quinto síntoma. Gracias a Dios a mi hijo Diego solo tenia fiebre y dolor de cabeza, pero igual fuimos al medico a una revisión.

Cuando llegamos al centro de salud, me di cuenta que habían muchas personas con los mismos síntomas que nosotros y había personas con mas síntomas y otros los tenían mas agudos. Había niños, ancianos, mujeres embarazadas. Eso eran un gran desastre por la cantidad de personas que necesitaban hacerse la prueba rapida y comenzar el tratamiento lo mas pronto posible. Me embargo un miedo terrible, me di cuenta que mi vida, la de mi hijo y mis otros familiares estaban en peligro. Trate de calmarme porque no quería transmitirle ese pánico a mi hijo que estaba recostado en mis piernas esperando su turno para su revisión. A ver a mi hijo con tanta fiebre y ya tenia dolor muscular en casi todo su cuerpo, le apareció otro nuevo síntoma que fue el vomito casi constante que no lo podía controlar voluntariamente. En ese instante el terror se apodero de mi y se me salieron las lagrimas. Los médicos al verlo en esa condición lo ingresaron y lo estabilizaron.

Fueron momentos fuertes para mi porque Diego es mi único hijo y uno como padre quiere lo mejor para su hijo y no podía hacer mucho para ayudarlo, porque yo estaba peor que el. Ese mismo dia nos hicieron la prueba rápida y salimos positivos, de inmediato nos tomaron las muestras por la nariz para la prueba hisopada. Nos mandaron tratamiento a los 4, los medicamentos son super costosos. Pero gracias a Dios la enfermedad no nos produjo afección respiratoria como le sucedió a mi hermano David.

Comenzamos el tratamiento el mismo dia que nos diagnosticaron y tambien asi el encierro total para los 4 en mi casa, nos ayudabamos entre los 4 a superar las fiebres y los dolores de cabeza que eran muy, pero muy fuertes. No aceptamos visitas de ninguna persona. Solo nos comunicamos por celular con mi madre, mis otros hermanos, familiares y amigos. Pasamos 2 semanas en aislamiento total. Hasta que volvimos al medico y ya no teníamos síntomas. Gracias Dios nos recuperamos muy rápido de esa horrible enfermedad. No escuchábamos noticias, ni vimos ninguna por televisión para no entrar en mas pánico del que ya teníamos. Pienso que no hay que desesperarse ante una situación como esta, ya que una persona que se infecta con Covid-19 no debe desesperarse aunque no es fácil, ni debe preocuparse mirando noticias fuertes sobre esta enfermedad, porque se entra en depresión y luego es peor.

Para mi hermano Mauricio y para mi cuñada Sergimar, fui aun mas dificil la cuarentena, porque son padres de un niño de 3 años llamado Caleb y separarse de el fue muy triste para todos, nos pusimos a llorar en grupo. Nos dimos fueraza para poder pasar tantos dias si poder estar con muestra familia que es muy unida. Caleb tuvo que ir a vivir con mi mama. Aunque hablabamos casi todos los dias por celular no era igual. Muchas veces los vi llorar abrasados, eso es dificil de ver y sobre todo de vivir. Estabamos agradecidos con Dios, porque a pesar que nos sentiamos tan mal de salud y emocinalmente. No contagiamos a ningun otro miembro de la familia.

Ya para nuestro día 20 de no presentar ningún síntoma, pudimos hablar abiertamente con los médicos que nos trataron y nos dijeron que nos teníamos que cuidar mucho mas que antes para poder ser candidatos la vacuna. El tiempo que nos establecieron fue de 3 meses para poder colocarnos las vacunas contra el Covid-19. No fue nada fácil esperar estos 3 meses, pero gracias a mi Dios Jehova lo logramos y el dia sabado 16-10-2.021 nos pudieron vacunar en nuestra primera dosis y para el dia 06-11-2.021 si mi Dios no los permite iremos por la segunda dosis.

Esta enfermedad no es juego, es algo muy doloroso y difícil de superar. Nosotros nos contagiamos al tratar de ayudar a mi hermano David a que no se asfixiara en su paro respiratorio, gracias a Dios todos estamos bien.

Gracias a todas las personas que de alguna u otra forma estuvieron con nosotros en estos momentos tan difíciles, gracias a los médicos tratantes y sobre todo a mi hermoso padre celestial Jehová por cuidarnos y permitirnos ayudar a muchas personas que están pasando esta terrible enfermedad, que ya a cobrado muchas vidas.