¡Querido diario!

Al atender el llamado de mi reloj biológico, esta mañana abro mis ojos agradeciendo a Dios por darme la oportunidad de disfrutar un nuevo amanecer. Una vez realizado mi aseo personal, preparo algo para desayunar, un plátano maduro sancochado con un poco de mantequilla y queso rayado que acompaño con un café negro. Debo atender oportunamente la convocatoria de mi entrenador de fútbol en la escuela Afi Jesús Clemant de Monagas - Venezuela; estamos en una fase de entrenamientos previa a la participación de un nuevo torneo donde participarán las mejores escuelas y academias de fútbol en diversas categorías, yo estoy en la categoría Sub-17 y estoy enfocado en mejorar mi desempeño deportivo en estas prácticas.

A los pocos minutos de haber terminado de desayunar, recibo una llamada de mi amigo y vecino Carlos, un joven de 16 que vive en la población de La Toscana, municipio Piar de Monagas, cerca de la casa de mamá. Ahora bien, por razones de asistencia a mi abuelo, abuela y tío que tiene una condición epiléptica, me encuentro en Maturín; mi abuelo se ha visto con ciertos problemas de salud, mientras mi abuela está en su fase de recuperación post coronavirus. son octogenarios con miras a los 90 años y más.

Volviendo a la llamada de Carlos, acordamos vernos en la entrada al polideportivo, es su primer día en la escuela de fútbol y estoy alegre que seamos compañeros de equipo, es un buen jugador con una pegada de pierna zurda fenomenal y agilidad con el balón. Así que echo un vistazo final al morral para verificar que llevo todos los implementos deportivos, agrego mi termo de agua fría y salgo rápido hacia la parada, debo caminar unos 2 kilómetros para mejorar mis probabilidades de subir oportunamente a una de las pocas unidades de trasporte público que mantienen su operatividad en la ruta urbana.

Me encuentro con Carlos y camino a la escuela iniciamos una conversación sobre su expresivo estado de ánimo, está muy contento porque le fue enviado su récord de nota cuyo promedio le permite su admisión a la escuela de ingeniería en la universidad pública, no es para menos, sobrepasó los 19 puntos. Es una persona muy aplicada y ejemplar amigo. Las actividades académicas de hoy se resumieron en teóricas y prácticas hasta entrado el mediodía.

Carlos se retiró contengo y yo me dirigí muy animado a casa de papá, quien me ha invitado a comer una sopa de pescado fresco y como es mi favorita, estaré en la mesa sin falta. @ulisesfl17 apenas estaba retirando del fuego la sopa y me pidió que hiciera un jugo de fresas para acompañar el almuerzo.

En pocos minutos me encontraba probando este delicioso caldo de pescado con verduras blandas y aromático sabor. De todas las comidas, la sopa de pescado es mi preferida. Papá quedó influenciado por mi abuela y al menos 5 veces a la semana hace sopas para el almuerzo, es casi seguro que estos días su cena sea caldo porque parece gustarle en cantidad.

Avanzada la tarde, papá me pidió me pidió que lo acompañara a la verdulería que está ubicada detrás de la Universidad Bolivariana en el centro de la ciudad, preferimos caminar los 5 kilómetros de distancia y en unos 30 minutos estábamos en en lugar.

Compramos variedad de verduras y hortalizas: Ocumo criollo, yuca, ocumo chino, cebollas, apio España y otros. Papá aprovechó que yo me regresaba a casa de mi abuela, así que compra y envía frutas y verduras porque mi amada vieja (@carmenc42), le fascina comer verduras, hortalizas y frutas frescas; elude productos procesados y no los recomienda; acá tengo una idea de por qué ha doblegado en dos ocasiones el malicioso COVID-19.

Relación de gastos

Productos	Bs.	$	STEEM
Hortalizas	40.714.821,00	10.02	16.994
Verduras	32.250.000,00	7.92	13.428
Frutas	31.146.153,00	7.65	12.968
TOTAL	104.110.974,00	43.35	73.474

Estas verduras sustituyen los carbohidratos contenidos en harinas (arepa y pan). En la noche probé durante la cena, unas panquecas de harina de plátano que mi abuelo @panflor se le ocurrió hacer de manera artesanal, es un viejo ingenioso y su mente la mantiene ocupada en invenciones relacionadas con métodos artesanales para procesar frutas y tubérculos que cultiva y cosecha en el fondo de la casa.

Mi abuela se adaptó fácilmente a este hábito saludable de mi abuelo, dice que hace muchos años cuando vivía en Pantoño, un pintoresco pueblo rural ubicado en el municipio Andrés Eloy Blanco del estado Sucre, Oriente venezolano; era un habitual comer verduras y todo tipo de productos frescos directamente de la tierra a la mesa, le fascinan porque no contienen algún tipo de compuestos químicos manipulados por el hombre. Hablando de esto, le pedí amorosamente a mi abuela que mañana hiciera unos exquisitos buñuelos de yuca y estuvo de acuerdo; me voy a la cama para descansar y el día siguiente salir a comprar el papelón para endulzar los buñuelos.

Recursos

Fotografías de mi autoría, tomadas con cámara de iPhone 6
Adobe Photoshop CS6
Tables Generator

---

Gracias por leer y comentar