Temperamental la doñita...

Para nadie es un misterio que hace varias décadas atrás la educación que se recibía en el hogar, en la mayoría de los casos, era violenta, obviamente calificada así desde el punto de vista de hoy, incluso hasta en los colegios, aquellos que tienen más de 40 podrán afirmar los famosos reglasos en la palma de las manos recibidas por los docentes, obviamente no todos se atrevían hacer eso.

En el caso de mi abuela no fue la excepción, esa doña tenía mano dura y pesada, no me consta, porque a los nietos nunca les pegó, a excepción de algunos que si se merecieron en sus momentos sus toques técnicos.

Mis tíos y mi madre nos cuentan sus encuentros cercanos con mi abuela en modo bestia, tampoco que eran unos santos las criaturas, pero cada semana lograban sacarla de su sitio, y bueno, disciplina militar, cuenta la leyenda que en las espaldas de mis tíos se rompieron varios palos de escobas, a los que les descubrían una mentira recibían una de esas cachetadas dignas de malvada de telenovela, ah y por supuesto, no podrían faltar los insultos y groserías, que no los diré, no por pena, sino por respeto al lector.

Debo resaltar que mi querida abuela no es que era salvaje o siempre estaba enojada, solo que tuvo un modo particular de disciplinar a sus hijos cuando eran niños y adolescentes, pero en condiciones normales, fue una mujer amorosa, cariñosa, consentidora y en ocasiones hasta alcahueta.

Creo que esas fases de violencia le dolían mas ella que a mis tíos, en verdad fue una época muy difícil para ella, era el único pilar en el hogar, mujer sola con seis hijos que criar y sin ayuda de nadie, hay que verle la cara a eso y a la enorme presión emocional que eso conlleva; sin duda esperaba mucho de sus hijos, que colaboraran con ella en las cosas del hogar para tener menos preocupaciones; y en general así pasó, los mayores tuvieron que madurar a la fuerza y ser colaboradores en el hogar, pero igual la falta de experiencia y la edad siempre lograban que cometieran errores que debían ser disciplinados.

Aun así, no hay traumas, no hubo miedos, ninguno requirió terapia psicológica, todos crecieron en hombres y mujeres de bien, así que el modo salvaje mi abuela tuvo buen resultado, ojo no es que lo estoy recomendando, yo soy partidario de la conversar y reflexionar, pero bueno son hechos que ocurrieron y no se puede tapar el sol con un dedo, así era antes.

Se muere quien se olvida, por eso frecuentemente subiré historias sobre ella, espero te gusten, hasta luego...

BIOGRAFÍA FRAGMENTADA DE MI ABUELA

• Secuestrado y rescatado en apenas horas de nacer
• Las imprudencias de mi Abuela
• Los celos son nocivos
• Aprendí a ser generoso de mi Abuela
• Una infancia difícil
• Sin pegostes