Hace mucho tiempo viviendo en casa de mis suegros tuve la dicha de compartir momentos maravillosos con mis hijos por 7 años . Mi suegra tenía dos perros, muy lindos por cierto, pero recuerdo que desde que llegué a esa casa nunca escuché que los perros tenían un nombre, era una hembra y un macho, uno más pequeño que otro y mis niños a medida que fueron creciendo siempre jugaban con ellos, fue entonces cuando ellos decidieron ponerle nombre, al más grande que era el macho le pusieron Pluto y a la hembra le pusieron Estrella. Recuerdo aquel grito de emoción y hasta puedo recordar los aplausos fuertes que sonaban cuando empezaban a llamarlos por sus nombres y los perros ya voltean a mirarlos.

     Al cabo de un tiempo nació una nueva cría, los niños estaban emocionados, nacieron unos perritos hermosos, casi todos marroncitos, unos negritos y nació uno solo blanquito con manchitas y cuando mis niños lo vieron lo tomaron con tanto cariño y les llamó la atención porque era el único que salió de ese color.

     Los perritos fueron creciendo poco a poco, se veían hermosos, pero un día amaneció uno de ellos muerto, no sabíamos porque y así se fueron muriendo todos los perritos, al final solo quedaba uno marroncito, uno negrito y Baquito, le pusimos así porque se parecía a una vaquita jajjaja por sus manchitas, era el que más animado se veía, y los niños decidieron quedarse con el, se llamó entonces Baquito, así mismo se los escribía ya que no es una vaca jajaja.. Pocos días después se fueron muriendo sus otros hermanitos y como cosa de Dios se salvó el perrito que más le gusto a mis hijos. Lo cuidamos mucho, y siempre le dábamos su comida, creció un poco más y al cabo de un tiempo ya corría y jugaba con los niños en el patio.

     Fue muy triste ver morir a los demás perritos, recuerdo que mi bebé varón decía con sus ojitos llorosos que Baquito se había quedado sin hermanitos, me llené de tanta tristeza y nostalgia al ver a mi hijo tan pequeño con aquel sentimiento con esta situación, sin embargo siempre estuve allí para ayudarlo a entender de una mejor manera porque Dios decidió llevarse a los perritos, le dije: "Tranquilo hijo que sus hermanitos ya están en el cielo y cada perrito está en cada nubecita descansando" , pues yo jugando con mi imaginación, hacía que la de él se convirtiera en un paraíso y me dijo: "Ah mami ya se, ellos se fueron para poder cuidar a Baquito desde allá arriba y en las nubes estarán más felices y durmiendo suavecito" jejejeje, le dije: " Si mi hijo así es" , y su hermanita se sonrió y abrazó a Baquito.

     Ya estando Baquito mucho más grandecito, cuando salía al patio, algunas veces lo notaba muy débil, pero lo llamaba para darle comida y reaccionaba bien. Lo más triste de todo es que Baquito finalmente también terminó muerto debido a una infección que tuvo a causa de las garrapatas, deboraban cada vez más su piel y aunque hicimos lo posible por salvarlo, no tuvo remedio. Me conmovió mucho cuando el murió más aún por el llanto de mis hijos, era su amiguito, era el que ellos habían elegido, sólo que a él la muerte lo esperó tiempo después. Aún seguimos recordándolo y aquí les muestro cómo era el, aunque no era de raza, era un gran guardián, un fiel y adorable amigo juguetón. así era Baquito.