SÉPTIMO CONCURSO DE ESCRITURA Y PINTURA !! / SEVENTH WRITING AND PAINTING CONTEST !! / #WORLDOFXPILAR

Gracias @franyeligonzalez por otra nueva oportunidad para poner a la imaginación a crear, y a @xpilar por el apoyo ante esta nuevo espacio creativo.

ROSTROS Y RASTROS

Fuente

Después de viajar toda la noche, llegué a las 9:00 de la mañana a Cumaná donde pasaría a una isla para quedarme en un pequeño campamento artesanal que mi tía había construido para albergar turistas.

Me dirijo hacia el muelle de Puerto Sucre, ahí voy a tomar un “tapaíto” que son pequeñas embarcaciones con el techo cubierto y cargan hasta 30 personas. Hablo con el piloto y me deja ir con él sobre el techo de madera que cubre a los pasajeros, desde ahí maneja la embarcación.

Su destino es la población de Araya. El sol y el calor arrecian; nos adentramos hacia el mar abierto, es una travesía contra la corriente que debe encararse con temple, habilidad y precisión. A lo lejos, y del lado derecho, diviso a Punta Arena, es mi destino, pero el piloto no hará una parada ahí, solo transita cerca y mientras lo hace veo manchas oscuras debajo del mar cada vez que bordea más cerca la isla son más frecuentes y grandes.

• ¿Qué son esas manchas que se ven en el fondo?- Le pregunté en voz alta por la brisa del mar-

• No son manchas son “sombras” del pasado.

Mi asombro no deja duda y presto atención a lo que miro mientras el piloto disminuye la velocidad del “tapaíto”.

• ¿Sombras? Pero, ¿qué paso?- Insistí-

• El mar- Me explica - se tragó barcos extranjeros de tiranos y todo un pueblo cuando el terremoto de 1919.

• Entonces, se pueden ver si uno bucea.

• ¡No! Las sombras salen al aire de vez en cuando- Termina diciendo el piloto a la vez que imprime velocidad al “tapaíto”-

Decidí no bajarme en Punta Arena, para hacerlo hay que zumbarse al mar, el piloto te deja a unos cuantos metros de la orilla, así que seguimos el rumbo.

“Las sombras” se hacían más claras, hay casas que pueden distinguirse debajo del azul intenso del mar, paredes de ladrillos, postes, es como un espejismo flotante.

Son las 11:00 de la mañana, y puedo ver la población de Araya a lo lejos.

El mar se torna más suave y cristalino, las sombras han quedado atrás. Los colores del agua dan tonos entre verdeazulados, pueden verse aguamalas y algas que tiñen el mar y forman siluetas; hay perlas en el fondo pues hay un brillo especial; los indígenas bajaban a las profundidades a buscarlas cosa esta que despertó la codicia de los conquistadores en estas tierras.

Muy cerca, quedan las ruinas de la antigua Real Fortaleza de Santiago de Arroyo, o conocido como El Castillo de Araya que fue construido por los españoles para impedir la instauración de una colonia holandesa en Venezuela. Sobresalen bloques de argamasa con gran cantidad de restos de moluscos y otros organismos marinos de la zona; todo se combina con la modernidad: un grupo de Windsurfistas aprovechan el viento y un yate está postrado cerca de la orilla.

El piloto del “tapaíto” apaga el motor, deja que la embarcación siga su curso hasta el muelle.

• ¡Hemos llegado! - Grita desde su puesto- Si quiere salimos a pescar en la noche y le muestro los piratas que salen con sus barcos.

• Lo pensaré- le dije tomando mi mochila y desembarcando en la blanca arena de Araya.

Me dirijo a la carretera a tomar una “Guagua”, un pequeño transporte con asientos de tablas que me llevará a Punta Arena que está a 8 kilómetros para pasar la noche en el campamento. Allí escribiré la travesía para llenar de historias a los turistas.

FIN