Cuenta la historia que en un país no muy lejano en el comienzo del mundo, habitaban muy pocas personas vivian en montañas, ríos y selvas semidesnudos, donde sus casas eran las cuevas y comían lo que cazaban y pescaban, hacían fogatas para sobrevivir en las bajas temperaturas y se escondían de los animales salvajes.

Y luego llegaron los jardineros de la tierra de una galaxia a enseñarles a cultivar la tierra, a conocer las plantas cuáles eran venenosas y medicinales, a realizar las casas y la manera de cómo debía de vivir. Las mujeres aprendieron muchas cosas y oraciones con ellos y a su vez aprendieron a realizar sus brebajes de medicamentos para las enfermedades, en ese tiempo vivían en paz y armonía.

Al pasar un tiempo ellos se adaptaron a todas estas enseñanzas de pronto aparecieron otros seres de otra dimensión y se apoderaron de todo y tomaron a las mujeres, hubo guerra entre ellos y todos los jardineros de la tierra murieron ya que estos tenían armas más poderosas.

Y en una gran montaña las personas a los que ellos habían enseñado hicieron capillas de luz sobre esa montaña para siempre recordar la gran enseñanza de esos jardineros de tierra que vinieron de una galaxia de luz para realizar el bien.

Al pasar el tiempo esa montaña iluminada a pasado por los tiempos y por generaciones y cada vez es impresionante cómo las personas cuenta las historias de los antepasados pero está allí, aunque no lo veamos está en el plano astral.