Fue en mayo de 1996 cuando un grupo de estudiantes tenían planificada una salida de campo en la universidad. Estaban entusiasmados, en especial José Luis, Ramón, Yamileth y Catalina y Edgar que eran los bochincheros de la sección.

Catalina era la única casada del grupo y tenía dos niños, a pesar de atender esa responsabilidad siempre fue era aplicada en las clase quizás porque la motivación para graduarse era mayor.

Llegó el día de la salida, y Catalina esperaba a su esposo, con sus niños preparados para dejarlos en casa de la señora que los cuidaba. Pero su esposo llegó algunos minutos tarde, aún así se apresuraron, y dejaron a los niños.

Cuando llegaron a la universidad el vigilante les dijo que el bus tenía unos minutos que había salido, y podían alcanzarlo, en ese momento se acercó Ramón que también se había quedado y Juan otro compañero y los tres decidieron seguir a ver si ubicaban el transporte para abordarlo. Pero fue inútil no lo encontraron en la vía y le gustaron a los oficiales de un punto de control y les dijeron que por allí no había pasado ningún bus.

Se hicieron casi las 8:00 de la mañana y dijeron que luego hablarían con el profesor porque esa salida de campo, era importante para el trabajo final del área.

El esposo de Catalina los llevo a Ramón y Juan al centro de la ciudad. Y la joven decidió aprovechar para ir al odontólogo a verse una molestia en un diente.

Fue a su casa a cambiarse y lavarse los dientes y salió al consultorio, solo estaba un paciente y ella entró rápido, cuando estaba dentro y la doctora estaba revisado escucho una noticia en la radio local.

EXTRA , en estos momentos están ingresando al hospital general un grupo de estudiantes del IUT quienes se disponían a viajar a Caripe y el bus se volcó al desprenderse las ruedas traseras, se desconoce la identidad de los lesionados.

Catalina, se puso nerviosas la piel se erizó, salió del consultorio y le dijo a su esposo que debían ir al hospital porque al parecer hubo un accidente.

Cuando llegaron, allí estaba Ramón que había escuchado la noticia en la radio. José Luis y Yamileth estaban siendo revisados pero estaban bien, solo pequeños golpes.

Juan llegó desesperado buscando a Odalis, su novia quien si pudo abordar el bus, pero nadie le decía nada, solo que había una muchacha muy mal porque con el impacto había perdido todos los dientes y tenía mucho dolor, fue a ver y efectivamente era su novia quien estaba muy mal. No querían dejarlo entrar pero el logro colarse y tomo su mano fuerte. Mientras la inyectaba para los dolores.

Luego sacaron a Daniel que debían operarlo para sacar un pedazo de metal que se le había enterrado en la pierna. Y a Edgar que tenía varias fracturas porque su pierna quedó presionada entre los cojines. Luis le agarraron varios puntos porque se partió la cabeza.

Todos nos miramos extrañados porque aquellos compañeros eran los más tranquilos que sentaban en los puestos de adelante, a excepción de Edgar.

Ya calmados porque sus compañeros estaban siendo atendidos, Ramón le pregunta a José Luis, que había pasado.

José Luis le dijo que fue algo extraño, pero ellos esperaban atrás como de costumbre, pero al ver
que el bus los había dejado, decidieron cambiarse de lugar y ocuparon los primeros puestos. Atrás solo quedó Edgar, luego se entraron Daniel y Luis y la última fue Odalis que como Juan fue otro de los que no pudo abordar, ella dijo que iba a pasar el aburrimiento con los muchachos atrás.

Y se sentó de rodillas viendo para atrás donde estaban los demás. Ella no había terminado de acomodarse cuando se escucho un ruido extraño, como que los metales debajo del autobús rozaran con el pavimento.

Pues allí vieron las ruedas pasar a los lados del bus, el cual se levantó en la parte de atrás y luego calló, rodando por un rato hasta que el motor se apagó.

Ellos pasaron entre los cojines porque lo último que recuerdan fue ver el cuerpo de sus compañeros que pegaron del techo del bus y luego calleron.

Comenzaron a sacarlos y esperar el auxilio. Ellos estaban consternados porque no sabían cómo podía pasar algo así.

Catalina le dijo pero si salieron temprano porque estaban tan cerca a esa hora.
José Luis le dice: resulta que a los cauchos le faltaban aire y el señor se metió en la gasolinera a llenarlos y allí tardaron casi una hora. Por eso ustedes no nos encontraron en la vía cuando salieron a buscar el bus.

Fue una situación realmente inexplicables, todos se abrazaron y dieron gracias a Dios porque estaban bien, pero pidieron por sus compañeros quienes en ese momento estaban ocupando sus puestos habituales.

Catalina se acercó a su esposo y le pidió que fueran a buscar a sus niños, los abrazo fuertemente y dieron gracias por estar juntos.

A veces hay eventos que no suceden como los planeamos, pero quizás es para evitar un mal mayor.