"Creating Stories Week #7". /Concurso Semanal, "Creando Historias Semana #7".// La calle Misteriosa

Un placer poder participar en este excelente concurso gracias a la oportunidad creada por el amigo @adeljose . Ya en el límite de tiempo paso a dejarles mi entrada . espero lo disfruten .

Ramaj vivía en un país muy lejano en el oriente del mundo . Era un huérfano de 9 años más o menos. Convivía con su abuela materna en un pueblo bastante humilde , pero de gente de buen corazón . Un poco por su situación geográfica y su topografía no era un lugar de fácil acceso.

Sus habitantes , al igual que los del resto de la nación, creían en varias deidades a la vez y esto causaba gran confusión en Ramaj. Dentro de todo siempre recordaba a su recién fallecida madre diciéndole que quizá no era tan importante en que Dios creyera, que lo más importante para él debería ser la bondad, el amor y la buena voluntad que tuviera hacia sus semejantes. Que debía practicar la solidaridad, el respeto, la veneración y comprensión hacia todo ser vivo, humano o no , y sobre todo con los ancianos y más desvalidos. Muchas veces llegó a ver a su madre con una sonrisa en el rostro por la simple satisfacción de haber ayudado a su prójimo. Ella le decía, si hay bondad en tu corazón algún dios bueno te verá y se convertirá en tu protector.

Vecino al pueblo de Ramaj , no muy lejos pero separados por un río y un acantilado, estaba Nosabad , otro pueblo que había sido fundado como refugio de forajidos y gente de mal corazón. Este pueblo estaba también casi aislado de los demás. Allí , debido a la maldad pasada , presente y futura, había una calle misteriosa , una calle maldita, cuyas murallas cercaban el cementerio donde estaban los restos de los malignos fundadores de dicho lar.

Se sabía que si una persona transitaba a la media noche por dicha calle , saldrían caminado por los muros del cementerio las almas de los forajidos a devorar el alma del desdichado que cayera en sus garras ,y que los primeros se alimentaban de los malos sentimientos existentes en sus víctimas.

Con sus poderes rapaces descubrían y recreaban las situaciones donde los capturados podían sacar lo peor de sí, sus envidias , rencores , perversiones o cualquier otro mal sentimiento que serviría para alimentar las almas sádicas y atormentadas de estos espectros. Así, después de jugar con ellos, los mataban de terror y dolores físicos que podían infligir después de alimentarse de las bajezas desenmascaradas.

Los lugareños , viendo que era cierto lo relacionado a esta calle , desarrollaron la siniestra costumbre de tomar a cualquier forastero ,que por desgracia cayera en sus manos y esperar las horas de la noche para obligarlo , bajo amenaza de muerte y tortura , a transitar la calle maldita y regocijarse mientras veían las sombras de sus ancestros torturarlos, y dejarlos en paz , solo cuando estos perecían.
Al pueblo de Ramaj llegaron estas historias de terror y sabían que bajo ningún concepto debía acercarse a ese horripilante lugar.

Cierto día Ramaj se movía por la zona fronteriza entre los dos pueblos buscando bayas para comer y en un descuido cayó por el acantilado. Quizá por su juventud y flexibilidad solo sufrió unos rasguños en la larga caída pero tuvo la mala suerte que en la parte baja , el río que servía de barrera entre los dos pueblos , llevaba muy poca agua y uno de los lugareños lo vio y lo secuestró , mejor dicho , lo cazó como si de un conejo se tratara y lo presentó a los otros habitantes de Nosabad entre risas, con estas palabras .

• Camaradas, aquí tenemos la diversión garantizada para la noche.
  Hoy comen nuestros ancestros. Y por primera vez será un mocoso .

El vil pueblo rio con la novedad y se preparó como si de un festejo nacional se tratara.
Ramaj lloraba y desgraciadamente entendía de lo que estaban hablando. Les suplicaba que por favor lo dejaran ir. Que quería estar con su abuelita y contrario a la mínima humanidad esperada sus captores solo se reían.

El niño ya consciente de su destino , con una calma inusitada se dedicó a recordar lo que le decía su madre .
-Si alguna vez estás perdido y con miedo recuérdame. Recuerda la bondad, piensa en todo lo bueno que hicimos y algún dios te va a proteger y a cuidar como a un hijo. No importa que camines por la calle más oscura perseguido por los peores entes del universo.

Llegó la temida noche. Entre amenazas y golpes llevaron a Ramaj a la calle misteriosa, a la calle maligna.

Amenazándolo con armas le dijeron que caminara al medio de la calle entre los muros. Hacia la oscuridad. Mientras más caminaba más crecían las tinieblas. Era casi imposible ver nítidamente pero igual logró notar como un grupo abundante de figuras oscuras envueltas en algo parecido a hábitos negros se movían en cuatro patas como cucarachas por las paredes. Murmuraban y se reían mientras se acercaban poco a poco. Al tocar el piso empezaron a rugir y saltar como chimpancés a punto de atacar su presa. El niño ya estaba al borde del pánico. ¡De repente! los monstruosos seres se abalanzaron sobre él dejándolo en una catarsis de terror que ni siquiera le permitía gritar. Al borde de la calle los espectadores veían las sombras pero no entendían por qué no oían grito alguno. ¿Qué pasa? Esto no es lo que esperábamos ¡queremos oír los alaridos de terror! protestaban furiosos.

De regreso en la vía y con los seres malévolos sobre Ramaj , estos lo auscultaban y le pasaban la lengua húmeda , fría , repugnante por su cara, lo que causaba el asco del inocente . Los malignos se decían entre ellos ¡no veo nada! no siento nada. En todo este trance ya casi sin esperanza Ramaj se refugió nuevamente en el recuerdo de su madre y en sus palabras. Ama , se bueno y piensa en lo bueno. Algún buen dios te cobijara y serás su protegido.

A lo lejos los espectadores solo seguían oyendo los balbuceos de las almas condenadas pero nada del pequeño, lo que los estaba frustrando sobremanera
A gritos Ramaj oyó a la legión de espectros decir ¡TORTURENLO!

Se abalanzaron encima y por su peso el niño sintió que lo asfixiaban , que le dolía el pecho , que lo reventaban, que le rasgaban la carne, pero ,a pesar del horror y dolor que sentía, él siguió pensando en el amor que tanto le habían predicado.

Inesperadamente, en medio de tanta oscuridad, el pequeño comenzó a ver una luz y a oír una voz firme pero amable que le decía: Ramaj no temas . Las madres son los mejores mensajeros. Todo va a estar bien.
Los horribles seres viendo que el niño no poseía maldad alguna, y que sus torturas no habían despertado malos sentimientos en él como el odio, el rencor o la venganza comenzaron a frustrarse. Se les había invitado a un banquete, se le había abierto el apetito y se habían conseguido con las bandejas vacías.
De repente estos engendros comenzaron a sentir una avalancha de sentimientos de odio , envidia , maldad y sobre todo de crueldad , su plato favorito, en cantidades como nunca habían sentido. Pero no venían de Ramaj

Los otros hambrientos de terror, de sadismo y de maldad. Nuestros espectadores, al no oír, ni ver el espectáculo que se esperaban habían empezado a acercarse al sitio donde estaba el niño torturado. ¡QUE ABURRIMIENTO!, ¡QUÉ DECEPCIÓN! Gritaban, acérquense un poco más a ver si logramos ver algo. Se acercaron tanto en su búsqueda de la crueldad y lo maligno, que no se dieron cuenta que habían entrado al callejón maldito.

Súbitamente y en una abrir de cerrar de ojos se vieron rodeados de las cucarachas humanas, de los monos diabólicos y de una multitud de ojos macabros que los miraban fijamente y solo les decían. ¡AHORA SÍ NOS VAMOS A DAR EL BANQUETE DEL SIGLO!
Por fin habían conseguido la orgía de gritos y torturas que tanto anhelaban. Pero para su desgracia , todas fueron suyas.

Ramaj empezó a sentir que se liberaba, que los demonios se alejaban, que una luz lo alumbraba mientras una voz le decía: Te he encontrado y me has encontrado. Camina conmigo, Ya nunca más te podrán dañar.
¡ESTÁS A SALVO!