Valorarse a sí Mismo

Se cuenta una historia en el libro sagrado, que el profeta Elíseo, siempre alertaba al rey cuando sus enemigos lo iban a atacar; entonces uno de esos reyes enemigos del pueblo hebreo, maquinó primero secuestrar al profeta; cierta mañana un gran ejercitó rodeo la cabaña del siervo del Eterno Dios; el criado de Elíseo sintió mucho susto, cuando un soldado se acercó y dijo que estaban rodeados y que quedaban presos. El profeta le dijo a su siervo: - sal y mira las montañas y luego dile al comandante del batallón, que si no se retiran en 5 minutos, serán carbonizados por los rayos del cielo. Lo que el siervo vio fue un ejército de ángeles que custodiaban al profeta. -Aquellos soldados quedaron ciegos por los rayos, hasta cuando se alejaron de la cabaña.- El profeta Elíseo tenía una alta auto-estima, porque sabía quién lo cuidaba-

En cierta ocasión un abuelo en su lecho de muerte llamó a su nieto más obediente y le dijo: “hijo mío, como sabes ya entregué a mis hijos en vida los bienes materiales que el altísimo me proveyó, pero he reservado para ti dos relojes; esa es tu herencia. Quiero que vayas a la cantina del poblado y ofrezcas las dos joyas, pero no los entregues, según lo que te ofrezcan vienes y me cuentas. El nieto salió a la carrera a cumplir el mandado. En la cantina le ofrecieron mil por cada reloj. ¡Uhy, eso es muy poco, pensó! Llegó donde el abuelo y le contó lo sucedido.

Ahora ve, donde el joyero, dile que va de mi parte y ofrécele los dos relojes. El muchacho corrió a la plaza del pueblo y el joyero le ofreció por uno 40 mil y por el otro 50 mil. De vuelta a donde el moribundo anciano, le relato lo ocurrido. -Que bien le dijo con una breve sonrisa- mañana temprano partes para la ciudad y vas a la casa de antigüedades que yo te diré; ofreces los dos relojes, pero solo vendes la reliquia de bolsillo, y regresas de inmediato, trataré de esperarte hasta que regreses. El joven tardo dos días en ir y regresar.

manera eufórica el muchacho le relato al abuelo que le pagaron 500 mil, por la preciada joya, -es una pieza única dijo quién inspecciono el reloj- Esos 500 mil son tu herencia, cómprate una parcela de tierra, y un libro sagrado, el cual deberás estudiar de día y de noche; él te enseñará todo lo que necesites aprender para convertirte en un hombre próspero; el reloj de pulso lo llevarás puesto para que recuerdes la historia del profeta Elíseo y también para que comprendas que eres de alto valor, si obedeces al Eterno Dios, que cuidó al profeta y también cuidará de ti. Y por último: