Volvemos con la segunda parte de mi viaje a una de las islas mas bonitas de España

En este segundo día nos despertamos y preparamos un rico desayuno para empezar el día con energías.

Normalmente cuando viajamos por libre a este tipo de destinos, nos gusta madrugar para aprovechar el día y poder ver el mayor número posible de playas, calas, miradores y otros puntos de interés del destino.

Comenzamos la mañana visitando una playa de las del norte de la isla, habíamos leído que era una cala increíblemente bonita, con mucha luz y con un contraste de colores espectacular, así que decidimos ir a visitarla.

Ubicación de Cala Pregonda Aquí

Al llegar al final del camino, tuvimos que dejar el coche en un parking que hay de uso público y gratuito justo al lado de un restaurante por lo que nos dio confianza de que iba a estar medio vigilado al estar entrando y saliendo gente de ese restaurante.

Empezamos nuestra caminata ya que habíamos leído que había en torno a 20/30 minutos de caminata hasta llegar al lugar, depende del ritmo al que camine cada uno. Pero si os tengo que decir, que el camino es bastante llano y sin ninguna dificultad, así que puede hacerlo prácticamente cualquier personas en condiciones normales de movilidad.

Al llegar nos encontramos con una cala de tamaño mediano y un contraste de colores tal y como habíamos leído ya que el agua transparente y el fondo marino turquesa, contrasta a la perfección con el color rojizo del terreno arcilloso de este lugar. De hecho, a esta cala los lugareños la llaman ¨La Cala Roja¨ debido a este motivo.

El agua como ya os he dicho es transparente y normalmente suele estar en calma, depende de las corriente, pero tiene una pequeña isla en frente lo que hace de este sitio que sea perfecto para usar las gafas y el snorkel para bucear y estar en aguas tranquilas.

Podéis ver como hay varios yates atracados en la zona y el agua prácticamente ni siquiera se mueve, además de ese motivo tuvimos un muy buen día tanto de sol como de pocas corrientes.

El agua es muy transparente, y en el fondo de esta cala podemos encontrar peces de pequeño tamaño, algunas anemonas, algún que otro banco de posidoeas y algún que otro erizo de mar de pequeño tamaño.

Tan buen día nos estaba haciendo y tan bonito era ese lugar que decidimos quedarnos a comer después de estar toda la mañana viendo peces, buceando por la zona y subiendo y bajando la montaña para hacer las mejores fotografías que pudimos.

También nos sobró tiempo para hacernos algunas fotos a nosotros, jejejeje.

A la vuelta, paramos en un pequeña playa por la que pasamos camino del coche y vimos una linea rojiza por toda la orilla de la playa que nos llamó la atención.

Nos acercamos a ver que era y nos dimos cuenta de que las olas habían dejado un surco de coral o conchas triturados con este color tan característico.

En la foto de la izquierda podéis ver la foto de lejos y en la derecha veis la foto ampliada donde se pueden ver los trozos de conchas o coral triturados.

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Seguimos nuestro camino y fuimos a parar al pueblo de Fornells. Un pueblo al norte de la isla y menos visitado en la capital pero no por ello menos bonito.

Aparcamos el coche al entrar al pueblo ya que dentro hay poco aparcamiento y dimos un paseo ya que hacía una temperatura muy buena. Este pueblo es característico porque tiene una gran entrada de agua desde el mar con forma de embudo, con lo cual, el agua en esta zona siempre está tremendamente tranquila aunque haga mal tiempo fuera.

Al pasar por el paseo marítimos hice esta foto, de una farola con el puerto de fondo que me pareció bonita.

Vistas del puerto marítimo de Fornells

También hice fotos de una señora que me causó mucha añoranza, ya que era una persona mayor y tenía en sus manos los antiguos jarros d lata con lo que se ordeñaban las vacas y las cabras, probablemente tendría un campo donde tiene animales e iba a ordeñarlos.

Antiguamente se hacían en todos los pueblo pero desgraciadamente con la globalización eso se ha ido perdiendo y ya solo bebemos leche tratada y embasada.

Después de descansar un poco y tomarnos algo en ese pueblo decidimos volver al apartamento para ducharnos cambiarnos y visitar un faro donde dicen que se ven unos atardeceres bonitos.

Al legar a este lugar, nos encontramos un sitio alejado de la mano de dios, donde tuvimos que ir en coche durante 20 minutos por un camino con muros de piedra a los lados sin nada mas a nuestro al rededor.

Tuvimos que dejar el coche justo antes de llegar al faro y caminar unos 200 metros hasta llegar al faro.

Una vez allí teníamos unas vistas 360 grados sin ninguna construcción mas que aquel faro y un suelo completamente lleno de piedras.

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Su nombre es ¨Faro de Cavallería¨.

El faro en sí es una construcción normal de piedra y hormigón y su torre no es demasiada alta ya que este lugar se encuentra a mucha altura respecto el nivel del mar con lo cual, no hace falta que tuviera demasiada altura. Aún, el faro se encuentra a 94 metros sobre el nivel del mar.

Una vez que pasas el faro, te encuentras un acantilado bastante peligroso porque no tiene seguridad ninguna aunque para llegar debes de haber saltado antes un pequeño muro así que es tu responsabilidad acercarte mas o menos.

Se dice que hasta la fecha se han registrado mas de 700 naufragios en este lugar, de ahí viene que pusieran el faro y fue el último faro de las Islas Baleares que funcionó con un sistema de vapor y petróleo.

Actualmente funciona con energía solar y tiene un alcance de 22 millas.

A la vuelta hicimos esta fotografía de la puesta de sol a través de uno de los muros que marca el camino de la carretera y una vaya metálica que evita que la gente invada el terreno que hay detrás.

Lo siguiente que os voy a enseñar es una cosa que nos pasó cuando veníamos de vuelta.

Salimos hacia el apartamento para cenar y se nos hizo de noche en el camino, cual es nuestra sorpresa cuando nos encontramos con que nos sorprendió una tormenta eléctrica, pero no a nosotros, si no a la ciudad donde nos dirigíamos con lo cual, a nosotros ni nos llovía ni nada sin embargo estábamos viendo absolutamente toda la tormenta como de desarrollaba delante de nuestro cristal.

Así que decidimos poner el móvil a grabar, haber si teníamos suerte y podíamos captar un rayo cayendo delante nuestra.

La siguiente toma consta de cuatro fotos, donde podéis ver igual que vimos nosotros el rayo desde que se forma en las nubes hasta que cae y choca contra el suelo creando un haz de luz que a la vez es bonito pero da miedo.

La última foto provocó tanta luz que parecía que era de día y se veía la carretera toda iluminada.

Espero que os guste

Bueno, y hasta aquí nuestro segundo día en Menorca, espero que hayan disfrutado leyendo igual que escribiendo y recordando este bonito viaje que hicimos a este isla de España.

Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post donde os seguiré descubriendo esta maravillosas isla.

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Saludos @kikenexum