Golfeados, rollos de panela y queso [receta] | Pasteli

Hola, espero estén muy bien. En esta oportunidad les traigo la receta de unos golfeados muy suaves y melosos, es una masa súper fácil de hacer, siguiendo bien los pasos y las cantidades exactas.

- En un envase, cernir la harina de trigo y agregar el huevo, la yema, la mantequilla derretida, la levadura, el azúcar y la leche. Esta última me gusta agregarla poco a poco y sentir si es necesario usarla toda o no, pues depende mucho del tipo de harina o el tamaño de los huevos qué tan húmeda sea la masa.

- Mezclar todo en el bowl y pasar luego a un mesón limpio para amasar por 10 minutos hasta obtener una masa suave y que no se pegue.

- Estiramos la masa con un rodillo de manera uniforme y dándole una forma rectangular lo más que se pueda. Una vez estirada, la cubrimos con margarina y esparcimos el queso junto con el papelón rallado, de manera que quede bien cubierto todo el espacio.

- Enrollar desde abajo hacia arriba y cortar con un cuchillo engrasado para que no se pegue. Una forma de hacerlo es en mitades, cortamos la primera mitad y luego seguimos, de esta manera los rollos quedan lo más parecido que se puedan. Procura no dejarlos tan finitos, yo los hice pequeños y salieron 14, pero puedes picarlos más gruesos y salen golfeados grandes.

- Ponerlos en una bandeja engrasada con una separación de 2 cm cada uno y llevarlos el horno apagado para que aumenten su tamaño. Pondremos una bandeja debajo con agua hirviendo y cerramos, esto ayudará a que se expandan por 45 minutos.

- Haremos el melado, si no tenemos papelón granulado, lo picamos en trozos para que sea más sencillo, en una ollita lo ponemos junto a la cantidad de agua que indiqué antes y la especie de preferencia. Cocinamos a fuego lento y apagamos cuando se haya disuelto por completo.

- Pasado ese tiempo, pre calentamos el horno a 180℃ y horneamos por 15 minutos. A mitad de horneado los sacamos para cubrirlos con un poco del melado.

- Una vez listos, déjalos reposar por 20 minutos y puedes pasarlos a otra bandeja, para comerlos tibios o cuando enfríen. Acompáñalos con más melado al servirlos o un trozo de queso.