Procedemos a retirarlas de su antigua maceta, con mucho cuidado, ya que sus hojas son bastante fáciles de desprenderse, asi como, hay que tratar que salgan con sus raices completas. Hay algunas que les corte un poco su tallo, no pasa nada, igual lo pueden hacer en caso de que el tallo este un poco torcido, poco a poco, les irá creciendo de nuevo sus raices, pero preferiblemente, es mejor dejarlas tal cual, ya que se corren menos riesgos.

Segundo paso: Preparar el sustrato.

Personalmente, me gusta mucho prepararlo de esta forma, ya que he visto muy buenos resultados en mis cactus y suculentas. Desde que comencé a hacerlo de este modo, han crecido hermosos y sanos, han tenido muchos hijos y muchos incluso, han floreado.

Los materiales que utilizo son:

• Abono.
• Arena.
• Aliven.
• Gravilla para decorar (piedras blancas, viene en distintos tamaños, se compra por número).

El aliven se consigue en ferreterias que venden materiales para construcción, se compra por saco, son las piedras de tierra marrones. Al mezclarlo con el abono, evita que este se endurezca y las raices puedan respirar y tener espacio y en caso de que se moje mucho, son ideales porque hace que el agua corra y no esté mucho tiempo el abono mojado, ya que si eso sucede, los cactus o suculentas, pueden morir.