POLLO ASADO AL HORNO RECETA FACIL

Me encanta esta receta de pollo al horno con patatas y cebolla. Al igual que todas las recetas de pollo que preparamos en Cocina Casera y Fácil, esta elaboración es muy fácil de hacer y no requiere de mucho esfuerzo. Pero sin duda, lo mejor de todo, es lo bien que queda. Para ello voy a enseñarte algunos trucos para que la carne no quede seca a la hora de servir este plato. Además, lo que vamos a hacer va a ser cocinar esta ave con su guarnición, todo a la vez, provocando que sus propios jugos se mezclen con esta guarnición, obteniendo una receta espectacular. Para preparar un delicioso pollo al horno con patatas y cebolla, necesitarás los siguientes ingredientes:

INGREDIENTES para 4 personas:
1 pollo entero o 4 muslos completos (cuartos traseros)
4 patatas medianas
4 cebollas medianas
aceite de oliva
sal y pimienta
Tomillo seco
COMO HACER UN POLLO AL HORNO CON PATATAS Y CEBOLLA
1.- Comenzamos pelando las patatas. Una vez peladas, las cortamos en rodajas finas, de no más de 1 centímetro de grosor. Después, las ponemos como base en una bandeja para horno. Pelamos también las cebollas y las cortamos en tiras finas. La ponemos sobre la patata y salpimentamos todo.

2.- A continuación ponemos los muslos encima de las patatas y la cebolla. Le añadimos a todo un vaso de agua y un chorrete de aceite de oliva. Así quedará mas jugoso mientras se hornea. Nos aseguramos que en el fondo de la fuente, haya siempre humedad. Así la guarnición no se va a quemar. Salpimentamos y añadimos un buen pellizco de tomillo seco a cada muslo (o al pollo completo, si has elegido la pieza completa)

3.- Metemos el pollo al horno a 220ºC si utilizas muslos. calor arriba y abajo. Dejamos hornear unos 30 minutos, hasta que se dore bien. Si utilizas un pollo entero, horneamos a 190ºC.

4.- Cuando esté bien dorado, sacamos la bandeja del horno, le damos la vuelta a las piezas. Así, se cocinará el otro lado.

5.- Inmediatamente después, volvemos a meter la bandeja dentro del horno. Finalmente dejamos cocinar aproximadamente el mismo tiempo, hasta que todo quede bien cocinado.

¡Pollo al horno con patatas y cebolla listo! Como resultado de poner la guarnición abajo del todo, aprovecharemos los juguitos que suelta el pollo durante el horneado ¡Éstos se mezclaran con la guarnición y tendremos una mezcla de sabores explosiva!

CONSEJOS PARA CONSEGUIR UN POLLO JUGOSO Y CON LA PIEL CRUJIENTE AL HORNO
En ocasiones, muchos de vosotros me habéis comentado que, cuando intentáis preparar este pollo al horno, la carne queda seca y no sabéis por qué ha podido ocurrir esto, ya que habéis seguido los pasos que os he puesto anteriormente. A continuación os voy a dar unos consejos para que consigáis un pollo jugoso y con su piel crujiente al horno.

Para evitar que el pollo quede muy reseco, es aconsejable que lo pintes con aceite o agua justo antes de introducirlo en el horno, de este modo, el pollo retendrá más la humedad y conseguiremos una carne más jugosa. También podemos conseguir este efecto si lo pintamos con zumo de limón o brandy.
Otro truco que nunca falla es introducir en el interior del pollo, un par de limones cortados en trozos. De este modo, mientras el pollo se hornea, los jugos del limón se distribuyen por toda su carne y de este modo obtendremos una carne más jugosa y con un sabor crítico delicioso.
El secreto para una piel crujiente está en sazonarlo. Todos sabéis que los ingredientes imprescindibles en mi cocina son la sal y la pimienta. Pues bien estos dos ingredientes son fundamentales para que consigamos un pollo al horno con una carne jugosa y una piel crujiente . Para ello, a la hora de salpimentar el pollo, no solamente tienes que hacerlo por su exterior, sino, también en su interior. De este modo durante el horneado, el aderezo se distribuirá por toda la carne y así lograrás jugosidad en su interior y un sellado de la piel para que quede crujiente.
Un buen truco es precalentar el horno con una cazuela o bandeja grande dentro. Cuando introduzcamos el pollo en el horno, lo pondremos dentro de la bandeja y está hará la función de «plancha». Dejamos que el pollo se cocine unos 15 minutos por cada lado y de este modo conseguiremos que los jugos se repartan por toda la carne de esta ave.
El tiempo de reposo después del horneado también es muy importante. Cuando retires la bandeja del horno, déjalo reposar unos 10 minutos antes de trincharlo y de este modo, los jugos del pollo se asentarán mejor.
Con estos pequeños consejos, conseguirás que tu pollo al horno quede muy jugoso y con una piel exterior crujiente. ¡Pruébalo!

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