Las mejores mentes de detectives se reúnen para resolver el misterio de la mujer desaparecida. Vanessa, empresaria joven, talentosa, mujer exuberante, exitosa en los negocios. Salió esta mañana muy temprano, a las 7:00, tenía un compromiso con su novio Fran, otro empresario, quedaron en verse luego del almuerzo, pero aún no ha llegado a la cita. Su auto fue encontrado abierto en el estacionamiento de su empresa, el celular está en el asiento del copiloto, tiene una marca de sangre en una de sus puntas...

     El día siguiente a la noticia de la desaparición todo se tornó muy turbulento, las especulaciones de la prensa local y los conocidos abrumaban aún más el ambiente de incertidumbre de lo que parecía ser algo escalofriante y misterioso.

     Las calles frías y solitarias victimas del toque de queda por la situación especial, aportaban un escenario tenebroso y sombrío, en donde las miradas al ras de las mascarillas parecían buscar las respuestas de una historia que nadie entendía.

     Una pareja joven en el tapete, un grupo de detectives experimentados saltaban entre los impedimentos de movilización e información en sistemas gubernamentales y judiciales llenos de normas de bioseguridad, suspensiones y reposos obligados que dificultaban aún más la pronta resolución del tan sonado caso.

     Las personas olvidan rápido cuando su salud esta vilo, su atención solo se centra en mantenerse vivos, y una posible muerte entre cientos de miles parece insignificante. Vanessa a los 3 días de desaparecer había muerto para una sociedad que cambiaría para siempre.

     Vanessa se dedicaba a la producción, distribución y venta de perfumes, cosméticos y productos para la piel, sus conexiones con el mundo de la moda y la buena relación que tenía con los grandes laboratorios químicos del mundo era parte de su éxito

     La joven se había visto involucrada en los último tiempos en negocios con empresarios Chinos, por medio de los cuales había conocido a su novio Fran, pero aparte de los éxitos evidentes, existía algo más, en tiempos de pandemia parecía muy difícil que alguien tan joven pudiera ser tan avasallante, aparte que viajando con mucha frecuencia al continente Asiático luego de la apertura de los aeropuertos casi sin ningún tipo de restricción.

     Las cuentas bancarias de Vanessa fueron bloqueadas repentinamente, su familia fue aislada durante la investigación, y aunque su novio Fran daba la cara preocupado y consternado, las miradas no dejaban de posarse sobre él. Una llamada rompió el silencio de la tensa reunión de detectives que llevaban el caso. Una voz fría y tajante de un número desconocido y que no se pudo rastrear, duro apenas 30 segundos.

     Los detectives abandonaron por completo el caso, sus carreras estaban en un vilo, y Fran el novio de Vanessa, viajaba a Nueva York acompañado de sus amigos asiáticos que parecían celebrar el entierro de un caso de desaparición que prácticamente fue congelado.

     Todas esas interrogantes tuvieron que ser contestadas con la espontaneidad de los cambios que ha sufrido el mundo durante la pandemia global, los nuevos dueños del planeta utilizaron los medios para engañarnos a todos y dañaron las vidas de los que triunfaban antes de que llegara la desgracia de un virus inducido que apagó para siempre los sueños de una joven que parecía no tener freno.

     Las pruebas de laboratorio eran el negocio, la experimentación con antígenos y fluidos corporales de las víctimas eran el ingrediente secreto, Vanessa no sabía que las grandes ganancias de sus intermediaciones empresariales la hundirían en el abismo de aberración humana de utilizar a personas como ratones de laboratorio para lograr reducir la población mundial a través del plan más oscuro jamás orquestado.

     Millones de muertes enterraban a Vanessa, el frenesí de la incertidumbre se comían los cuerpos aún vivos pero moribundos, todos eran culpables en medio del caos, no había remedio posible solo esperar que la providencia le diera un lugar a Vanessa para que su historia y su fin fueran contados.

     La llamada, la CIA, el novio, un espía, los chinos, los autores, la sangre, el virus. Saquen ustedes sus propias conclusiones del caso.