Un día para mirar al cielo

Generalmente vivimos, ocupados con tantos asuntos por resolver, que no míramos al cielo. Mirar al cielo no es simplemente levantar la vista y mirar hacia arriba.

Tal acción tiene un requisito, que es tener un momento de paz y recogimiento espiritual, porque mirar al cielo, es sentir la inmensidad del universo que aflora sentimientos capaces, muchas veces de hacer llorar, al sentirse inmersos en ese maravilloso mundo donde se es pequeño e indefenso.

Para mirar al cielo no existe un momento específico, puede ser al amanecer, de noche o a cualquier hora del día. Eso depende de cada individuo.

_{La Gran Sabana, Estado Bolívar}

Mirar un cielo estrellado con luna clara, es un espectáculo maravilloso, el pensamiento libre se ocupará de traer recuerdos con nostalgias, sentimientos de gratitud, pedir perdón y perdonar, propósitos de enmienda, aunque después no se cumpla.

Cuando se mire un cielo estrellado, un hilo invisible nos conecta con Dios. Por eso ¡Jamás!, una persona mirando un cielo estrellado podría maquinar maldades.

Un cielo nublado también tiene su encanto, anuncia lluvia, un regalo de vida para todos. Y un mensaje para aquellos con planes de salir: ¡Lleva tu Paraguas!

_{Atardecer sobre el Orinoco, Ciudad Bolívar}

Particularmente, no he visto un cielo más hermoso que mi cielo guayanés, no digo sea diferente, pero tiene un no sé qué. Ven para acá de una vez, llegaté al paseo Orinoco, cerca a la cruz del perdón. Mira hacia el puente Angostura, verás mi cielo adornado con un hermoso pendón pintado con luz de sol de manos del creador y quedarás impactado con semejante hermosura.

Viajando a la Gran Sabana creerás que solo es un sueño, las nubes parecen estar cerquitas en ese radiante cielo.