Una entrevista imaginaria / Mi encuentro con Andrés Eloy.

Me hicieron pasar a esa hermosa casa en Caracas, un jardín extenso con Jazmines y una gran variedad de Cayenas de colores en realidad sorprendentes, al parecer eran las flores predilectas de la mamá de mi entrevistado. Al cual vi acercarse hacia donde me encontraba sentada, vestido muy elegante con un traja blanco, corbata y desde allí podía sentir el aroma varonil de su perfume, para saludarme muy gentilmente se quito su sombrero y se sentó a mi lado. Desde los fogones de la cocina emanaba un aroma a café exquisito.

¿Se siente más poeta o político?

-Aunque parezca extraño a primera vista la política es poesía, es la de la vida, la que llega de manera directa al ciudadano. Yo siendo político llevo poemas a la esperanza de los venezolanos y realizando poesía ejecuto denuncia política, así que siento que llego a todos por dos vías que no necesariamente y nunca lo serán, antagónicas. Recuerde además que soy abogado y tengo en mis manos una balanza, claro para buscar el equilibrio entre ambos sentires.

¿En el poema Canto de los hijos en marcha, cree que eso puede pasarle a Ud. ¿Se trata de una auto descripción?
_ En parte veo que si llegase a sucederme a mi seria un escenario similar al narrado en el poema, es lo que ocurre en los velorios de los venezolanos, allí también hay una denuncia de respeto al dolor de las madres, realizo una especie de sátira sin serlo obviamente, donde en ocasiones ocurren cosas insólitas muy particulares de los venezolanos. Es más bien un llamado a convertir la muerte por la patria de esos hijos que se van, en un prodigio de libertades.

_Fuente

Llega una joven con una bandeja y dos cafés, mientras tomaba su taza me dijo: hay que encumbrar al hombre a su máxima expresión, revelarle sus errores, a la vez el camino para en lo emocional y social ser cada día mejor, ese es el fin de mi obra. Luego de terminar la bebida pregunté:
¿En Píntame Angelitos negros, hace una denuncia contra el racismo?

Originalmente no fue la intención, en Venezuela, nuestro pueblo no es racista, así que no era una característica a resaltar. En una oportunidad estando dentro de un templo, comencé a observar los santos y ángeles pintados en las paredes, cuadros o en figuras de escultura y no vi ninguno de color, no solo ocurre en Venezuela también en el mundo, ninguno negro (claro hay pocas excepciones) y eso me dolió en mi sentir y por otra causó una curiosidad lógica, que al concluirlo se percibe como una protesta racista.

Se despidió, tenía obligaciones que cumplir, antes de salir escuché cuando le dijo a la muchacha que había traído el café: anoche soñé de nuevo que moría en un accidente de tránsito.

Invito a participar :@mercedes22 @albaandreina