Venezuela Concurso / Segunda edición / Siente la naturaleza / El mar de @alidamaria

Saludos, compañeros de aguas de Steemit.

El mar yo tenemos una estrechísima relación. Ya había escrito sobre esto en mi publicación El mar y mi padre.

Pero, como los tiempos exigen renovación, aquí vuelvo a decirle cuánto lo amo y lo extraño en el interesante concurso Siente la naturaleza, organizado por nuestra querida amiga @evagavilan, con la anuencia de la Comunidad VenezolanosSteem, administrada por las infatigables @marcybetancourt y @solperez, a quienes les deseo mucho éxito en sus proyectos.

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El mar de @alidamaria

Me casé con el mar desde antes de nacer. Él vestía de azul y verde ese día, mientras yo llevaba una heredada mantilla de blondas. El nuestro es un matrimonio arreglado por mis ancestros margariteños que intuían nuestra perfección como pareja, aunque él es un viejo experimentado y yo una nena traviesa que siempre quiere estar entre sus brazos.

Mis antepasados sabían que su perene vaivén me llevaría a disfrutar sus susurros y sus lugares inimaginables. Oliendo siempre a azul intenso, mi adorado esposo me abraza bajo la lluvia, baila conmigo la danza de las caracolas y del viento. Me ama apasionadamente con sus manos salobres y sus aguas tibias, luego me deja flotando en su universo de cobijas de algas.

Nunca quiero que me suelte mientras me cuenta sus recónditas historias, con su voz que fluye libre y solariega. Se emociona contándome anécdotas sobre hombres y mujeres que defienden su apego y su pasión por él. También me cuenta tristes y enigmáticas historias que jamás partirán de su memoria atormentada.

Aunque mi esposo siempre tendrá para mí ese azul celeste encantador que me enamora, he visto de cerca sus diablos interiores, sus arrebatados oleajes de belleza y destrucción simultáneas. Jamás le conoceré totalmente porque, envuelto en sus naturales cambios temperamentales, poco muestra sus terribles y maravillosos misteriosos. Con respeto, lo dejo pasar hasta que ya en calma vuelve a arrullarme con sus antiguas olas o me deja caminar en el dominio de sus arenas y de sus cabos para seducirme nuevamente.

Por sagrado voto matrimonial, mi amado me alimenta, consiente mis antojos con los más deliciosos manjares, regalándome su esencia en cada bocado, en hechizo de sabores inexplicables.

Cuando estamos separados, como hoy, esparce su fragancia por el aire para que su conjunción planetaria y cósmica llegue hasta mí.

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Espero lo hayan disfrutado tanto como yo.

La imagen es de mi propiedad.