El Ministerio de Jesucristo - LA VOLUNTAD DEL QUE ME ENVIÓ

in Palabras de Vida2 years ago

Antes que nada quiero agradecer a todos aquellos que han seguido la secuencia de mis artículos estos últimos meses, incluso para aquellos que llegaron o se interesaron un poco después del inicio siempre dejo enlaces que los llevan a textos anteriores con la finalidad de que puedan retomar la lectura desde el principio del tema pues se trata de un tema muy amplio.

Sin embargo quiero recordar en este artículo que todos los escritos por mi con la etiqueta #mensajefinal forman parte de un estudio de investigación en el cual se pretenden encontrar respuestas al ¿Por qué no se evidencian milagros y sanidades hoy en día en la manera que se hacía en el tiempo que Jesucristo ejecutaba su ministerio? ¿Se terminó el ministerio de Jesucristo con su ascensión al cielo o aun sigue vigente?

Puesto que Jesucristo dijo "Yo soy el camino" (Juan 14:6) considero importante mirar con detenimiento las cosas que hizo y dijo para poder comprender este gran misterio. Creo que cuando dijo eso se refería a un Yo en la condición que lo dijo, es decir, una condición como la nuestra, solo siendo semejantes a nosotros podría mostrarnos la forma de ser semejantes a Él en nuestra condición humana, es decir, su forma de vida en la tierra es el camino que debemos recorrer al imitarle para así llegar al Padre.

Acordamos pues que Jesucristo, siendo el Creador y Dueño de todas las cosas, desechando su poder de Dios se hizo humano semejante a nosotros y siendo semejante a nosotros sin poder de Dios recibió poder de Dios cuando vino sobre Él el Espíritu Santo durante el bautismo por Juan el Bautista. Así que todo poder empleado durante su ministerio para hacer milagros y sanidades fue parte del poder otorgado por el Espíritu Santo.

Pero este poder que recibió tenía un propósito específico el cual era cumplir la tarea para la cual había sido ungido. Aquí es importante resaltar la diferencia entre el poder desechado (un poder propio para hacer su voluntad como quisiera) y el poder recibido (un poder otorgado por el Padre para ejercer una tarea específica, no lo que quisiera sino lo que aquel que le otorgo el poder quisiera que haga, es decir "el enviado recibe poder y autoridad para hacer la voluntad de aquel que le envía y no la suya propia"). En esto se vistió de obediencia hasta el final de su carne.

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image.png LA VOLUNTAD DEL QUE ME ENVIÓ image.png

Algo importante que debemos resaltar es: Si no hago lo que yo quiero sino lo que quiere el que me envió, si en extremo todo lo que hago, incluso las palabras que digo, todo no es según yo sino según Él, entonces después de haber tratado conmigo puedes decir con toda certeza que no me conoces a mi sino al que me envió pues todo lo que viste en mi no es quien soy ya que no hice o dije nada según mi propia personalidad sino según mi obediencia dije e hice solo aquello que me dijeron que diga y haga.

Supongo que por eso pudo Pablo decir "ya no vivo yo" pues cuando alguien actúa de esta forma ha renunciado a su vida misma y solo se dedica a reflejar por obediencia la voluntad de alguien mas en lo cual, todos aquellos que le conocen realmente están conociendo al reflejado.

Juan 6:38
Reina-Valera 1960
38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Al decir esto Jesucristo revela que todo lo que decía y hacía era según la voluntad de Dios Padre, por eso también pudo decir:

Juan 14:9
Reina-Valera 1960
9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

Podríamos llenar el artículo con muchas citas bíblicas en las que Jesucristo resalta una y otra vez que todo lo que hace es la voluntad del Padre y no la suya propia.

De esto podemos añadir que en el Ministerio de Jesucristo, el enviado debe renunciar a su voluntad y aprender a reflejar a aquel que le envió, solo de esta forma obtiene el respaldo de la unción, en otras palabras. Dios ungió a Jesucristo, le dio poder y autoridad para ir a hacer su voluntad y puesto que Jesucristo había renunciado a su propio poder de Dios no podría usar el poder designado para una tarea especifica en algo distinto.

Gracias por haber leído hasta aquí, que Dios siga bendiciendo tu vida y la de tus seres amados, te guarde de todo peligro y ponga siempre pan en tu mesa.

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También podría interesarte leer el articulo anterior: El Ministerio de Jesucristo - LA UNCION

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Juan 20:21-22
Reina-Valera 1960
21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. 22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

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