¿MUERTE POR VUDÚ EN CUARENTENA?

¿Has escuchado alguna vez sobre la muerte por Vudú? Pues éste es un tema muy curioso que se ha investigado con el paso de los tiempos, se hace referencia con este concepto a las “Enfermedades Psicosomática”, y quien le puso mucho interés a este fenómeno fue W.B. Cannon en el año 1942 debido a que él consideraba que podría ayudarle en sus investigaciones sobre el nivel de estrés que las personas son capaces de soportar.
Muerte por Vudú se trata de muertes repentinas con cierto atisbo de misterio que puede ser consecuencia de haber experimentado una emoción muy intensa, ya que no era nada extraño en las comunidades primitivas de África, Oceanía y América, resultado de ciertas muertes por maldiciones, profanaciones, conductas anti éticas o rituales sagrados practicadas en ciertos grupos sociales.
En este sentido, estas practicas estaban relacionadas con hechiceros, brujos o sacerdotes que influían mentalmente en ciertas personas que consideraban profanas y a quienes sentenciaban con maldiciones provocando pánico, escalofrió y temblores al grado de considerar que ya no existía nada que pudiera salvarlos.
Estas investigaciones llevaron a Cannon a la conclusión de que si existía la “muerte por Vudú” y consideró que una reacción de pánico cuando envuelve a una persona por tiempo prolongado genera una descarga de adrenalina tan grande en el cuerpo en respuesta al miedo que aumenta su respiración, la frecuencia del latido en el corazón y finalmente una insuficiencia cardíaca provocando la muerte.
Este fenómeno se hizo sentir en algunos soldados estadounidenses cuando salían a combate, quienes por causa del exceso estrés vislumbraban una posible muerte por causa de la guerra que terminaba ocasionando la muerte por insuficiencia cardíaca.
Cabe resaltar, que aparentemente es un fenómeno que actualmente esta resurgiendo por la situación de pandemia mundial por Corona virus ya que en vísperas de tantas muertes el temor o miedo se ha apoderado de algunos sectores de la sociedad, llevándolos a tomar decisiones nefastas al borde del suicidio.
Esta alarmante situación debe ser un llamado de atención a la sociedad actual, del efecto que causa el miedo en las personas, de allí pues, el alto grado de estrés en la población mundial.
En este contexto, una reflexión final. “MIENTRAS HAY VIDA, HAY ESPERANZA” una gota de oxígeno en nuestros pulmones, es una gota de esperanza para la humanidad. “DIOS HARÁ GRANDES COSAS”