La vertiente del camino a La Hoya
Camino a la vertiente
Aproximadamente a mitad de camino entre la ciudad de Esquel y el cerro La Hoya, centro de sky de la región famoso por ser más barato y sencillo que otros cercanos como el Catedral de Bariloche o el Chapelco de San Martín de los Andes, hay un accidente geográfico que produce una zona plana, un quiebre entre dos superficies inclinadas, es decir entre dos cerros.
En ese preciso lugar y por efecto físico de las inclinaciones contrarias que se juntan se ha desarrollado una vertiente de agua pura y cristalina a la que la gente de la zona acude para llenas sus recipientes y llevarla a su casa para beber y cocinar. No es que no tengan agua corriente, Esquel es una ciudad importante de más de 60 mil habitantes y tiene todos los servicios públicos esenciales, pero las personas han hecho analizar esa agua y es tan pura y sin agregados que la prefieren por sobre la que llega a sus casas por el tendido público municipal.
La vertiente entubada
Hace algunos pocos años también a la vertiente le llegó la modernidad y un vecino, ingeniero para más datos, la entubó, le puso un caño doblado y le construyó una especie de altar de piedras para que la gente que acudía a ella pudiera recogerla más cómodamente. Se le han colocado cestos para arrojar basura y asientos hechos con madera de la zona para esperar el turno. El agua sale permanentemente sin solución de continuidad.
Recogiendo el agua pura en bidones
El paisaje es bellísimo, rodeado de árboles y cerros donde el silencio reina y es solo interrumpido por el cantar de algún pájaro, es un lugar especial para un momento de recogimiento y meditación. Últimamente también se ha construido un pequeño altar y bancos para rezar mientras se espera el turno para llevarse el preciado líquido.
Esta zona es una de las preferidas por los deportistas que corren y trotan el largo camino hasta la base del cerro, es habitual que también ellos paren a refrescarse en la fuente natural de agua de vertiente, según cuenta la leyenda beber de esa agua les da la fuerza suficiente como para seguir trotando por mucho tiempo más.
He visto en varios documentales que esa zona es muy linda para hacer deporte.
A mí me gusta correr, y aunque de momento estoy fuera de forma, me gustaría algún día visitar esos lugares por el solo gusto de correr.
Gracias por compartir y un saludo.
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