La sensación de libertad que sentimos cuando nos enteramos que en medio del trabajo tenemos unos días libres es indescriptible, sobre todo porque el hecho de despegarse un poco de la rutina siempre trae consigo la esperanza de disfrutar más allá de las cuatro paredes de la oficina.

No importa que al final esta sensación se quede en un sólo pensamiento porque terminamos haciendo los pendientes de casa jejejeje.

Aunque vamos a estar claros... cada uno de nosotros guarda en lo más profundo de su ser una anécdota, experiencia, recuerdo sobre algún carnaval, mientras presta atención a los nuestros

^Fuente

te invitamos además a que imagines y descubras cual es el protagonista de cada historia, mientrás empezaremos a relatar las historias cual cuento de Walt Disney...

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Erase una vez

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Cuenta uno de los integrantes del Emeeseese Team que cuando llegaba un carnaval, él se sentía parte de cada evento porque de hecho proviene de uno de los sitios de Venezuela más visitados en cada carnaval.

Ya se conocía de memoria las calles y los recorridos que darían las carrozas y comparsas, alguna vez incluso una de sus hermanas formó parte de una comparsa infantil, de esas que salían en las mañanas, porque formaban parte de los recorridos escolares.

Pero fue en una celebración inesperada que vivió una de sus mejores experiencias carnavalistas

¡De hecho! confiesa que se había hecho la idea que lo mejor de todo sería que por fin compartiría una celebración con su novia de aquellos años, hasta que descubrió la temática de ese carnaval sin igual que se tituló:

"Endiáblate con Brahma"

Aun con emoción recuerda la descomunal tarima en donde se presentarían grupos musicales y un repertorio de chicas contratadas especialmente para la ocasión, cada una de ellas podían ser vistas de abajo a arriba en las comparsas, ya que iban con sus disfraces y sus exóticos bailes en las carrozas, podías encontrarlas aguantadas de un tubo que servía de instrumento de baile y en las que cual table bull se movían con más gracia que un mono.

Bordeando la tarima podías encontrar distintos puestos de cerveza, por su puesto cerveza Brahma, que era servida de barriles de madera en vasos inmensos cual si fuera época de vikingos estuvieramos hablando.

Entre risas nos cuenta que tiempo después fue protagonista malvado de un reclamo de aquella novia, ya que esta le refutaba con gran fervor que entre cervezas y baile todo iba muy bien hasta que llamaron a la tarima a las "diablitas del carnaval", su novia por su puesto quedó aguantando la estela de polvo que éste le dejó cuando sin causa alguna la dejó bailando sola.

Oh! que disfraces aquellos, que presentación tan digna de aquellas muchachas que interpretaron tan bien sus disfraces de: diablita, enfermera, colegiala, servidumbre, batichica, entre otras.

Sin duda uno de los mejores carnavales que se hicieron en Carupano.

Upp! creo que se nos fue una pista del protagonista de esta historia.

¿A ver a ver? ¿ A que no sabes quien soy?

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Otro de los integrantes de este equipo nos cuenta que en su país existen festivales repletos de exóticas bailarinas que se mueven con mucha pericia en tacones de 20 centímetros, llenas de mucho brillo y esplendor.

Pero esa es otra historia...

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En este carnaval y en otros, la sensación de bailar y que no te reconozcan porque estas disfrazado es muy divertido, es algo así como la deshinibidora sensación a las que muchas personas recurren al bailar después de unos tragos de alcohol, ¡claro! con la diferencia que estas completamente consciente de todo lo que sucede.

Adicionalmente a la sensación de hacer algo diferente, sin tantos complejos y en el que todo el que participa está en la misma honda de pasarla bien.

Y quien dice que no se puede bailar con un personaje famoso, algún animal, una persona enigmática u otra completamente graciosa? todo depende de la mascara que elijas.

A veces es mejor conservar el misterio...

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Otro(a) integrante cuenta que era tradición familiar viajar a un hermoso pueblo donde se puede disfrutar de las olas del mar caribe. Porque de hecho uno de sus tíos tenía casa de playa a la orillita del mar.

¡Ufff! nada mejor que dormir y despertar con el ruido de las olas del mar que van y vienen y dejan la arena más limpia cada vez.

Tíos y tías, primos y primas, amigos del lugar acompañaban cada día feriado y libre, en la mañana los mejores compañeros eran: el mar, la arena y el sol, las zumbadas de un bote a otro y las competencias de nado que por supuesto siempre ganaban los amigos de la zona porque ya tenían los pulmones adaptados al agua salada.

Por las noches, con los cachetes rebosantes tanto de alegría como del color rojo gracias al sol del día, se disponía a escuchar cuentos, chistes y escuchar la música que estaba de moda desde uno de los balcones de las casas que estaba cerca de la casa de playa del tío.

Los personajes del balcón solían escoger las canciones más sonadas en la mega estación, entre pop, rock y changa, además de las características canciones de carnaval, bailaban y se divertían compitiendo entre los pasos de baile más innovadores.

La lejanía entre el poste de luz y el balcón daban un toque de misterio a los bailarines nocturnos que gozaban de modernismo, habilidad en el baile y un hilo de misterio porque sus rostros no se dejaban ver muy bien. De lo que se estaba más seguro era del número de ellos (eran 4), de que el de la melena más larga era el más alto, que había otro más bajo pero habilidoso en los pasos de baile y los otros dos llevaban el pelo corto y de lado.

Hasta que... en una de esas tardes soleadas, vio pasar a los bailarines del balcón, concluyendo que: se veían mejor asomados en el balcón, entre la poca luz del poste, que bailaban mejor de lo que se veían y que serían conservados en el recuerdo como los chicos modernos y misteriosos del balcón jejejeje.

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Nunca es tarde cuando la dicha es buena

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Ya para finalizar, traemos no otra historia pero sin un anhelo. Porque de hecho este integrante no está seguro de que en su país se celebre el carnaval.

Imaginamos que por sus características le encantaría disfrutar de la enigmática experiencia de bailar deshinibido tras un disfraz, quizás algo tierno y acolchado, cual osito de peluche jijijijijiji.

¡Eso si! con muchos tequilas encima, no hay que correr riesgos cuando de desmadre total se trata

Si esto se pudiera acompañar de una gran tarima, con garrafones de cerveza y ¿por que no? que sigan los tequilitas pero no en cantidades tan grandes, eso sería ideal. Se le puede adicionar la culminación de la noche en una casa de playa, disfrutando de buena música y por supuesto de la compañía de sus amigos del Emeeseese Team.

¡Eso si! sin los misteriosos del balcón, esta vez el único misterio será los que estamos detrás de las mascaras

Que mejor manera que sacar nuestro niño interior que con la compañía de buenos amigos, de hecho, mientrás eso ocurre y se sigue trabajando duro y planificado, para que ello suceda, tomaremos las palabras de una canción que está sonando mucho estos días, así que:

"lento y contento, cara al viento", o mejor dicho: len-to y conten-to, cara al vi-en-en-toooo"

¿Y ustedes? ¿que nos pueden contar? ¿tienen alguna historia de carnaval?, ¿ya se imaginaron quien es el protagonista de cada historia? ¿Cual ha sido su mejor disfraz, su mejor carnaval?, el de nosotros aun no se escribe, estos han sido simples comienzos, esperamos alguna vez celebrarlo como equipo y ¿por qué no? quien quita que alguna vez nos lleguemos a encontrar tras algún disfraz.

Mientras, te dejamos una canción muy simpática que puede servir de compañía, así te encuentres en tu hogar, lo primero es liberar la mente y llenarlo de buenos pensamientos, lo demás viene después.