Arrepentimiento y remordimiento. reflexión.

Arrepentimiento y remordimiento.

Cada día soy y estoy asediado por hechos que cometí, de los cuales me he arrepentido ante mi Dios querido, pero hay otros que me han ocasionado remordimientos, que son algo de difícil olvido, o tal vez porque el perdón no me convence a mí mismo.

El arrepentimiento es algo sencillo ante el remordimiento, y aunque ambos elementos precisan de ser perdonados, no dejan de reaparecer en el tiempo, a través de sucesos que se vinculen a una situación vivida.

Por ejemplo, arrepentirse de haberse reñido con alguien es muy común, pero no haberlo hecho a tiempo, y esa persona se alejó a otro país, o murió, propicia el remordimiento.

He presenciado situaciones en las que una persona mató a animal y, en principio, no sucedió nada, pero otra persona le acotó que no había actuado correctamente, y llegó a sentirse mal, y se lamentó muchísimo, hasta el punto de prometerse no hacerlo más. Pero la remembranza de ese cuadro le llega a la mente y le aturde el corazón.

Hay casos en que se ver sufrir a alguien y, contándose con recursos para socorrerle, no lo hacemos y, después que perdemos todo, nos damos cuenta muy tarde, de no haber ayudado. Hay arrepentimiento, y lo tolera uno mismo, pero el remordimiento queda.

La apelación a la fuerza divina es la mejor alternativa y, claro, recurrir a ayuda especializada.

Que Dios les bendiga cada día.