Querido diario, hoy es lunes 07 de abril del año 2025, anoche llovió, y en la mañana el cielo estaba nublado. Realicé mi caminata matutina, luego llegué a la casa, me bañé y desayuné. Pero no pude tomar fotos a la comida, porque al ratico llegó Bruno a arreglar la reja de la quebrada que se partió, ya que la lluvia de la madrugada arrastró tierra y desechos que la gente arroja a la quebrada:

Este enrejado cumple la función de evitar que los malhechores ingresen a la urbanización por la quebrada. Y a pesar de que en días recientes la reja fue reparada, lamentablemente se volvió a partir, porque no hubo nadie que la levantara. Por fortuna, nos había quedado electrodo, y el señor Bruno vino a arreglarla:

En esta urbanizacion hay 126 casas, pero solo trabajamos 4 vecinos por la seguridad. El detalle es que somos tres mujeres y un hombre, y nosotras no tenemos fuerza para levantar la reja, a pesar de que tiene una polea.

Por eso decidimos que las rejas quedarán arriba, mientras haya tiempo de lluvia, porque nadie quiere colaborar. Ya se les ha informado a los vecinos que si llega a entrar alguien que no sea de la urbanización, los responsables seremos nosotros mismos.

El trabajo se realizó durante toda la mañana, luego me arreglé para asistir a mi tarde de café, letras y poesía, que se celebra en la Casa Andrés Mata, de la ciudad de Carúpano:

_{Invitación realizada por la Casa Andrés Mata, de Carúpano}

Me hice una selfie para mi diario, antes de que iniciara la actividad:

La poeta Cristina Ortiz tiene una voz preciosa y leyó sus poemas con mucha pasión:

_{La poeta Cristina Ortiz, acompañada de Luisa Martínez, Coord. de la Casa Andrés Mata}

Ella habló de su vida y de su empecinada necesidad de escribir poesía en papelitos sueltos, que a veces no saben dónde van a parar, y aunque aún no le han publicado sus textos poéticos, ya ella ha ideado colocarle como título: "Páginas Sueltas".

Los poemas de Cristina me gustaron mucho, porque en ellos la palabra sencilla adquiere el frescor y la magia de la naturaleza. Sus poemas se asemejan al vaivén de las olas: van a lo profundo de su ser y luego reposan en la orilla como una cicatriz de espuma que marca a sus lectores.

Deseo compartir con ustedes estos poemas de Cristina:

He regresado
Allí, donde rompen las olas,
Donde las caracolas tiemblan,
Se estremecen...
Algas peregrinas
Aferradas al lomo platinado,
Guardan mi recorrido,
En busca de cangrejos...
Aurora navegando en salitre
Abrigando la espuma traviesa
Que salpica mis vuelos
Velero y timonel
Desliza el viento
Gaviota banca
Viajando al firmamento
He regresado
Buscando caracolas de nuevo.

El "yo lírico" se siente una gaviota que siempre vuela y regresa al lugar donde fue feliz. ¿Acaso no le pasa eso también al niño cuando juega con las olas del mar, cuando siente la bruma que se desprende del choque de la ola que golpea la piedra que la limita? ¿Acaso el regresar al mar no te invita a buscar caracolas o te invita a jugar con las algas marinas?

Definitivamente, en la poesía de Cristina se percibe el fervor y la pasión que siente por la naturaleza.

También aprovechamos la ocasión para cantarle cumpleaños a Anaís Arias, una joven muy talentosa que hace teatro en la ciudad, y participa de todas las actividades que se organizan en la Casa Andrés Mata:

Todos los asistentes cantamos un hermoso feliz cumpleaños:

Creo que esta foto recoge el ambiente tan cálido, fraterno y maravilloso que se vive en la Casa "Andrés Mata", de la ciudad de Carúpano.

Es todo por hoy, querido diario.

_{Nota: Todas las fotos fueron tomadas con mi teléfono Tecno Spark 2024}