Pasado, presente y futuro, tres palabras que atormentan, guían, te devanan los sesos en ocasiones, en las que tratamos, insistimos y decimos que no las vamos a pensar, pero que inevitablemente siempre rigen muchos momentos de nuestras vidas. El Pasado, todo aquello que fué, bonito o no tan bonito, y que queda en nuestros recuerdos como dolor, alegría, tristeza, y, en algunos casos (no de todos), de aprendizaje y evolución. Viajar al pasado, quien no ha soñado alguna vez en cumplir este sueño, bien sea para rememorar algún momento hermoso con un ser querido que ya no está físicamente, o para enmendar lo que uno considera algún error cometido.

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El pasado puede ser muy doloroso o muy reconfortante según la óptica que lo veamos. En mi caso, si bien confieso que alguna vez he soñado con regresar a algún momento para enmendar cosas que considero fueron errores de mi parte, también siento que es parte de la vida y que lo que ya pasó, por algo sucedió, y aunque en el momento no podamos darnos cuenta, siempre nos deja un aprendizaje. Del pasado recuerdo momentos a los que quisiera volver, uno de ellos es la navidad antes de la muerte de mi padre.

Como todos saben, la figura de mi padre para mí fué y sigue siendo algo primordial. Sus enseñanzas y consejos, me ayudaron a ser quien soy hoy en la vida, una persona para nada perfecta, humana y con muchísimos errores y defectos, pero si con un buen corazón y buenos deseos para el mundo que me rodea.

No tuve tiempo, o mejor dicho, cometí el error de no compartir esos meses antes con mi viejo como era debido. He cargado con esa culpa durante mucho tiempo, y si bien he logrado aliviarla, debo confesar que daría la mitad de mi vida por tener la oportunidad de abrazarlo aunque fuera un instante más. Sé que él, desde donde está, lo hace a diario y me impulsa a seguir hacia adelante en las situaciones más difíciles y dolorosas. De él, Fernando Antonio, tengo los más bellos recuerdos y así, como en esa foto que acompaña estas líneas desde el corazón, así lo recuerdo, pasado que nutre y del que me da orgullo hablar.

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¿Mi Presente y mi Futuro?, lo englobaré en un solo momento que me cambió la vida: "El Ser Madre". Un sentimiento que removió todas las fibras más bonitas y luchadoras de mi ser, que me cambió para más bien y me enfocó en ese rumbo de luchar por sacar adelante esa personita que es un pedacito de tí para el mundo, de poderla criar como alguien de bienestar y provecho, que le regale a la vida algo bueno, algo que pueda cambiar el mundo para que sea un lugar mejor.

Gabriel De La Caridad es mi hoy y mi mañana. Junto a él he aprendido a ser mamá, amiga, compañera, hermana, todo un cúmulo de sentimientos bonitos que es una experiencia difícil de explicar tan solo con palabras.. Por él puedo decir que hoy, soy una persona feliz.

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Y, por último, en mi presente que también es futuro hoy, está mi paso por Steemit, esta maravillosa plataforma que me cambió la vida en muchos sentidos: intelectual, social, de amistad y aprendizaje. Quiero honrar en esta parte a mi maravilloso grupo de @club12, compañeras, amigas, hermanas de la vida, a todas ellas, mi gratitud y mi cariño sinceros, que la vida nos siga manteniendo unidas en este camino de sabiduría y afectos sinceros. A ustedes, a Steemit, al mundo, simplemente me despido con un GRACIAS, gracias por todo lo que ha sido, es y ha de venir, sencillamente, me despido con un, ahora es que...