Sondas espaciales I: Voyager 1

La Voyager I, es una sonda espacial que fue lanzada al espacio en el año 1977 con la ayuda del cohete Titán IIIE, en la actualidad y a pesar de su tecnología tan antigua sigue operativa, ya que se ha extendido su misión debido a su buen estado de funcionamiento, ahora trata de localizar y estudiar los límites del sistema solar, como son el cinturón de Kuiper y el espacio interestelar inmediato.

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Fue lanzada más tarde que la nave gemela Voyager II, a pesar de eso consiguió llegar a Júpiter dos meses antes, por una trayectoria más rápida, lo que también le sirvió para llegar nueve meses antes a Saturno.
Su primera misión fue el acercamiento a Júpiter, donde realizó 19000 fotografías y observó sus satélites, anillos, campo magnético y radiación. Además se observó actividad volcánica por primera vez fuera de la Tierra.

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Desde aquí cogió impulso y se dirigió a Saturno donde descubrió estructuras complejas en el sistema de anillos del planeta y recogió datos sobre su atmósfera y de su luna Titán, se modificó la misión ya que Titán pareció muy interesante y se decidió su acercamiento, dejando Urano y Neptuno para que fueran visitados por la Voyager II.
En 2004 se encontraba a una distancia de 14000 millones de kilómetros (93,2 UA), convirtiéndose en el objeto más lejano construido por el ser humano. En 2006 alcanzó las 100 UA.

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La Voyager I recibe su energía de tres generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG), lo que hacen es convertir el calor de la desintegración radioactiva del plutonio en electricidad, se estima que el motor podrá seguir funcionando hasta 2025 o más.
Tanto la Voyager I como la Voyager II, llevan un disco de oro, al que se le llamó "The Sounds of Earth" (sonidos de la Tierra), el disco contiene sonidos e imágenes que retratan la diversidad de la vida y la cultura en la Tierra, se llevó a cabo para tratar de dar a conocer la existencia de vida en nuestro planeta si alguna vez es encontrado por alguna civilización extraterrestre.

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