Reflexiones desgarradoras XIV.

XIV.

Destrucción, de tu mente y mi mente, producto de años de envenenamiento a base de sustancias dañinas con las que nos alimentáis, con las que nos matáis, poco a poco.

Poco os falta para acabar con todo y con todos, para completar vuestro elaborado plan, en el que sólo incluís a una pequeña parte de la humanidad, la que os interesa, la que más beneficios os aporta.

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Aportes, que sólo unos pocos nos dan, otorgando satisfacción ante la más que sabida inutilidad humana, que nos conduce hacia la deshumanización.

Deshumanización progresiva, sin retorno, sin precedentes. Nos arrastra, nos lleva consigo hacia el caos, hacia el mundo post-apocalíptico que algunos visionarios predijeron en el pasado.

Pasado, cualquier momento pasado fue mejor. Nuestro mundo está viejo, decrépito, ha olvidado los saberes básicos y esenciales que nuestros ancestros aprendieron para sobrevivir.

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Sobrevivir, sólo a eso nos limitamos, no nos queda más, no podemos hacer más, nos ahogan, nos obligan a una mísera supervivencia básica supeditada a sus exigencias.

Exigencias cada vez mayores, cada vez más duras de sobrellevar, cada vez más opresivas. Ahora se hace necesaria una nueva revolución que nos saque de ésta pensamiento único al que nos obligan, sin importarles la gran diversidad existente en nuestro mundo.

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Para leer más:

Reflexiones desgarradoras I
Reflexiones desgarradoras II
Reflexiones desgarradoras III
Reflexiones desgarradoras IV
Reflexiones desgarradoras V
Reflexiones desgarradoras VI
Reflexiones desgarradoras VII
Reflexiones desgarradoras VIII
Reflexiones desgarradoras IX
Reflexiones desgarradoras X
Reflexiones desgarradoras XI
Reflexiones desgarradoras XII
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