Los Gerentes, Jefes y/o Líderes, son las personas más observadas de las empresas, incluso, cuando no están en ellas, bien sea en sus instalaciones o dentro de su horario de trabajo.

La conducta de un Líder dice todo sobre él, como persona, como empresario, como gerente, como miembro de un equipo de trabajo.

El comportamiento de un Líder va desde sus buenos modales, las palabras que utiliza, el tono de voz, su vestimenta, el corte de cabello, la pulcritud de sus manos y su rostro, la limpieza de su calzado, como lleva puesto lo que viste, su olor (uso de perfume), incluso su aliento.

En su conducta, el Líder demuestra quien es, según el orden de su oficina, el uso y seguimiento de una agenda de trabajo, el cómo contesta el teléfono, su comportamiento cuando está en una reunión, cuando hace una entrevista, un cumplido, o cuando llama la atención a algún colaborador.

Un Líder, también es observado durante su rutina fuera de la oficina, cuando va de compras, cuando almuerza en un restaurant, cuando está en un cine, en una fiesta, cuando baila, cuando toma. Se le mira y se le juzga por sus modales, buenos o malos, por el uso de las normas de etiqueta, en resumen, el comportamiento de un Líder está en todo lo que hace.

El comportamiento de un Líder es referencia para todos sus colaboradores, despierta respeto, admiración y aumenta su autoridad moral.

Un Líder sabe que no es perfecto, que como ser humano tiene días buenos y malos, que su comportamiento no siempre será intachable, pero tratará de ajustarse a ser siempre un ejemplo para todos, y en esa misma medida, espera que sus seguidores se comporten igual.