El Diario de Alessandra: "Entre Sudor y Pintura"

in #cervantes6 years ago (edited)



Danilo uno de los chicos de la casa de huéspedes de mis abuelos, fue quien me observó aquella noche mientras jugueteaba con Mateo frente a la chimenea. A pesar de ser un chico un poco tímido crucé algunas palabras con él descubriendo que se trataba de un estudiante de pintura; en una de mis propuestas de que me pintara, me ofreció algo digamos interesante...

Ser la modelo de la clase de pintura con sus compañeros en la Escuela de Arte, confieso que inicialmente dudé en decirle que si, luego de pensarlo un poco llegué a la conclusión que sería algo diferente y excitante estar a la vista de un grupo de chicos para ser su Musa.

Llegó entonces el día, la emoción me invadió, decidí lucir mi hermosa braga negra un tanto transparente, aunque tenía muy claro que debía estar totalmente desnuda en ese momento y nadie tenía que ver mi ropa interior, me atraía el hecho de desvestirme frente al grupo.
Llegado el momento así lo hice, simulé que no tenía conocimiento de que debía ser así entonces la dejé intencionalmente puesta quitándomela frente al grupo, le pedí al profesor de pintura, un hombre mayor con barba blanca y una cola de caballo, que me quitara el sujetador, pude sentir sus manos frías cuando rozó mi espalada, aunque quería mostrar firmeza estaba algo nervioso, lo sabía.
Luego un tenso silencio protagonizó el momento cuando me quitaba lentamente mi braga negra, enredándose en uno mis tacones lo que me "obligó" a pedirle a uno de los chicos que me ayudará con ello.
En fin, llegó el momento. Mientras Danilo me decía que posición iba a adoptar, el profesor indicaba las pautas a seguir para la clase, los focos se encendieron, estos iluminaban todo mi cuerpo haciéndome sentir muy caliente, no lo puedo negar, estaba un poco nerviosa, emocionada y excitada, era el centro de total atención de 20 chicos aproximadamente algunos de ellos no podían disimular su deseo, sus caras hablaban por sí solas y eso me enloquecía, mis labios íntimos se empapaban dentro de mi abertura y ardían intensamente, la excitación del profesor de Pintura no podía mitigarse, no podía ocultar su prominente reacción ante mi desnudez.

Me sentía exuberante, mi vientre se distendía y contraía al compás de mi fogosidad, incluso llegué a pensar que tendría un orgasmo en ese instante, pero quería controlarme, ya tenía otras intenciones en mente, me causaba una ineludible atracción el profesor de arte, disfrutaba mirándolo fijamente mientras mordía mi labio inferior.

Una vez terminada la clase, su mirada marcó la invitación, se dirigió a su salón a guardar sus paletas y pinceles, yo me puse mi bata y entré por "equivocación" a su estudio, no hubo palabras, saqué mi bata deslizándose al suelo estando nuevamente desnuda frente a él pero esta vez totalmente solos, comencé a jugar con sus pinceles pasándolos por la aureola de mis senos, invitándolo a hacer lo propio, sus manos comenzaron a tocar todo mi cuerpo, manchándonos de pintura, mostrando algo de desesperación, comenzó a besar mi cuello mientras desabotonaba su pantalón, encontrándose rápidamente desnudo en su parte inferior, mostrándome su gran excitación.
Comenzó a jugar con mi abertura, haciendo caricias con su pincel intercalando con sus dedos y su lengua, me encantaba como su barba rozaba en ella. Inmediatamente me tomó en sus brazos subiéndome al mesón y embistiéndome con fuerza toda su pasión con movimientos dominantes. Una diversidad de posiciones mórbidas fueron protagonistas, el placer nos acechaba, besos, caricias, sus manos, las mías nos llevaban al límite del placer; ya en el piso un majestuoso y húmedo orgasmo deleitó el fascinante momento, terminando abatidos sobre la alfombra entre sudor y pintura.

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